Para muchos, la noticia de la llegada de un bebé puede ser una gran sorpresa, pero si estás en ese camino, procura que en el terreno financiero no te agarre desprevenido.
La pareja debe saber que desde que se sabe del embarazo, los gastos comenzarán a incrementarse. El cuerpo de la mamá comienza a sufrir cambios, además de la atención médica que requiere de forma constante y las adaptaciones que son necesarias en la casa para esperar al nuevo miembro de la familia.
“En esta etapa, lo más importante es el bienestar del bebé y de la mamá. El escenario ideal es que la mamá cuente con un seguro de gastos médicos con una antigüedad de al menos 10 meses antes de embarazarse” dijo Sofía Macías, vocera de Consumo Inteligente de MasterCard a la web CNN Expansión.
Y es que el seguro de gastos médicos permitirá que se cubran los gastos del parto, las eventuales complicaciones y los honorarios del médico. “Sin embargo, un seguro solo cubrirá una parte del monto de estos gastos, el resto lo tendrá que poner de su bolsillo”, considera Macías, por lo que el ahorro previo resulta fundamental.
Es necesario que la madre se someta a diversos exámenes y pruebas prenatales, especialmente durante los tres primeros meses del embarazo. Esto para conocer su condición médica y saber si existe algún riesgo para el bebé.
La Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (Mexfam) recomienda que se realice un paquete de estudios para descartar VIH, herpes, infecciones u otras enfermedades que puedan ser causantes de ceguera o retraso mental.
Hay que visitar al ginecólogo por lo menos una vez al mes durante todo el embarazo. El costo de las consultas depende del médico y el hospital al que pertenezca. A este gasto es preciso añadir el costo del ultrasonido obstétrico, que dará certeza del embarazo, y que puede aumentar en caso de que los padres quieran recibir un video del bebé, precisa CNN Expansión.
“La actividad de las mujeres, afortunadamente, en el campo laboral es amplia, pero esto les resta la posibilidad de embarazarse antes de los 30 o 35 años. Como consecuencia, los cuidados y pruebas para verificar el buen desarrollo del bebé, aumentan”, dijo por su parte Daniel Alcaraz Aguilar, médico cirujano.
Si la mujer se embaraza después de los 35 años, deberá someterse a dos pruebas genéticas para descartar que el bebé tenga síndrome de Down. En ambas se gastará por lo menos 700 dólares.
Los gastos aumentan si la madre padece sobrepeso, diabetes o problemas de presión arterial, pues los chequeos médicos podrían ser más frecuentes. Cabe agregar la dieta especial que precisa la madr4e, como vitaminas y ácido fólico.
Alcaráz recomienda no olvidar los costos de ropa nueva y zapatos cómodos, además de otras cosas como cremas para el cuidado de la piel de la embarazada.
Al fuerte gasto del parto debe añadirse, recomiendan los especialistas, un ahorro que se destinará a las primeras vacunas del bebé una vez que nazca, los pañales, el alimento y demás accesorios.