APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO, R.D – El estrés es considerado uno de los mayores enemigos de la salud en la actualidad. Este mal silencioso afecta a millones de personas en todo el mundo y puede tener consecuencias graves si no se controla.
Consecuencias físicas del estrés
El estrés prolongado puede provocar hipertensión, enfermedades cardiovasculares, problemas digestivos, migrañas y alteraciones del sueño. También debilita el sistema inmunológico, aumentando el riesgo de infecciones y complicaciones en personas con enfermedades crónicas.
“La vida moderna, con sus exigencias laborales, familiares y sociales, mantiene a muchas personas en un estado constante de tensión. Esto repercute directamente en la salud física y mental”, explica la doctora Ana Pérez, especialista en medicina interna.
Impacto emocional y social
El estrés no solo afecta el cuerpo. También tiene efectos emocionales y sociales, provocando irritabilidad, ansiedad, depresión, cambios de humor y dificultades en la concentración. Esto puede afectar la vida familiar, las relaciones personales y el rendimiento laboral.
Entre las causas más comunes se encuentran la presión en el trabajo, los problemas económicos, la sobrecarga de información y el ritmo acelerado de la vida cotidiana. Incluso el uso constante de tecnología contribuye a mantener a las personas conectadas y, a la vez, estresadas.
Estrategias para manejar el estrés
Los expertos recomiendan adoptar hábitos saludables que ayuden a reducir el estrés:
Ejercicio regular: caminar, correr, practicar yoga o deportes.
Alimentación balanceada: evitar exceso de azúcar y alimentos procesados.
Descanso adecuado: dormir entre 7 y 9 horas diarias.
Técnicas de relajación: meditación, respiración profunda, mindfulness.
Tiempo de desconexión: reducir el uso excesivo de dispositivos electrónicos.
Además, mantener contacto con la naturaleza y buscar apoyo emocional de familiares o profesionales de la salud mental puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida.
El estrés y la expectativa de vida
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el estrés crónico puede agravar enfermedades existentes y disminuir la expectativa de vida. Por ello, aprender a manejarlo no es solo recomendable, sino esencial.
“La prevención y el manejo del estrés son fundamentales. No se trata solo de sentirse mejor, sino de proteger el cuerpo y la mente de enfermedades graves”, agrega la doctora Pérez.
El estrés es silencioso, pero su impacto es profundo. Reconocerlo y gestionarlo a tiempo es clave para mantener la salud, mejorar la calidad de vida y enfrentar los desafíos diarios con equilibrio y bienestar.