Té para cuidar tu corazón

La costumbre de beber hierbas hervidas es milenaria. Sin embargo, el té aún no ha conquistado todos los mercados, a diferencia de lo que ocurre en lugares como China o Inglaterra, donde su consumo ya es una tradición. Parte de esto se debe a que son poco conocidas las múltiples bondades que, por ser una bebida de origen natural sin aditamentos, tiene para el organismo.

Tanto caliente para el invierno como fresco en el verano, el té es una excelente opción para compartir en el desayuno y en la merienda. Además, existen muchas variedades: verde, blanco, negro, de distintas hierbas, como la manzanilla y el cedrón, de hojas como el tilo y el boldo, entre otros, que te permiten ir cambiando los sabores de acuerdo con el momento. Lo importante es que todos ellos generan un efecto beneficioso para tu organismo.

Protectores del corazón

Las propiedades de cada té varían, pero todos tienen una base en común: son naturales. Eso implica que su consumo no genera ningún daño en tu organismo, y que, por el contrario, las propiedades de esta infusión te ayudarán a prevenir enfermedades y regular el funcionamiento de tus sistemas. Uno de los órganos más beneficiados por el consumo de té es el corazón, que recibe la protección de los flavonoides.

¿Qué son los flavonoides? Son pigmentos naturales presentes en los vegetales. El cuerpo humano es incapaz de producirlos, por lo que su presencia se obtiene de los alimentos que consumes o mediante suplementos medicinales. Estos pigmentos protegen a tu organismo de los daños que le producen las sustancias oxidantes también presentes en los alimentos. De allí se desprende el rol del té como protector de enfermedades cardiovasculares.

También, por ello, es importante su consumo. Al elegir el té, estamos reemplazando bebidas como los refrescos y el café, cuyo consumo abusivo puede traer otros problemas a tu organismo. Los flavonoides actúan como inhibidores de los radicales libres (oxidantes). Con ello, limpian la sangre y reducen el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. También previenen la formación de cataratas, la degeneración macular, y son buenos para combatir la artritis.

Cómo prepararlo

El té es una infusión, por lo que sólo necesita agua. Lo ideal es hacerlo con agua caliente, y si quieres beberlo frío, déjalo reposar en la heladera. Para que el té aporte todas su propiedades, el agua no debe estar hirviendo; así no se quema la hoja o la hierba. Luego de agregar el agua, espera de tres a cinco minutos antes de servir.

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