La manzana es una de las frutas más completas ya que aporta vitaminas, minerales y fibras que ayudan al organismo a mantenerse saludable. Además, los investigadores continúan buscando nuevos beneficios y han encontrado una nueva relación entre el consumo de manzanas y la salud del corazón. Aquí te contamos más detalles sobre esos hallazgos, así como la forma de seleccionar y conservar esta exquisita fruta.
¿Sabría la bruja que quiso envenenar a Blancanieves con una tentadora manzana roja los verdaderos valores nutritivos de esa deliciosa fruta? No por gusto hay un refrán en inglés que dice “An apple a day keeps the doctor away”, que en castellano significaría: “Comer una manzana diariamente te mantiene saludable”.
Desde el punto de vista nutricional, la manzana es una de las frutas más completas. Contiene fructosa (el azúcar de la fruta) vitaminas E y C, fibra, potasio y magnesio, entre otros nutrientes. Las vitaminas tienen efectos antioxidantes y participan en varios de los procesos sanguíneos y en la fertilidad, la fibra mejora el tránsito intestinal y el potasio es un mineral importante para que los músculos y el sistema nervioso funcionen normalmente.
A todo esto, un nuevo estudio suma el poder de disminuir las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), algo que no se limitaría solo a las manzanas sino que se extiende a lo que los investigadores incluyeron dentro del grupo de las frutas y las verduras “de carne blanca”, entre las cuales se incluyeron las peras, los plátanos, la coliflor, la achicoria (o escarola), los pepinos y los hongos.
Según dicha investigación, desarrollada por unos especialistas holandeses y publicada en la edición de noviembre de la revista Stroke, el consumo de 25 gramos diarios de frutas y verduras blancas logró reducir el riesgo de ACV en un 9 por ciento. Los investigadores consideran que, si bien no está claro exactamente qué componentes de las frutas blancas podrían proteger del ACV, se cree que la fibra dietética y los flavonoides, como la quercetina, tienen algo que ver.
Para llegar a estos resultados, los investigadores consideraron los datos recolectados por el Instituto Nacional de Salud Pública y el Ambiente de los Países Bajos, que consideraron a más de 20.000 personas de entre 20 y 65 años de edad, que no mostraban señales de enfermedad cardiovascular y que completaron un cuestionario de frecuencia alimenticia con un seguimiento sobre su salud durante diez años.
Las frutas y las verduras se dividieron en cuatro grupos de color: verdes, naranjas/amarillas, rojas/moradas y blancas. El único grupo que se asoció con una reducción estadísticamente significativa en el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) fue el de las frutas y las verduras blancas, que además resultó ser el más consumido. Dentro de él, las manzanas y las peras fueron las más elegidas.
¡Qué delicia! ¿También estás pensando en comerte una? A la hora de comprar manzanas, busca aquéllas que no tengan asperezas en la cáscara, rajaduras, arrugas, manchas negras o blancas ni señales de golpes o pudrición. Además, elije las que estén firmes y enteras, con la cáscara brillante, limpia y lisa, lo que indica que está madura (al comerla, la pulpa siempre debe ser firme, aromática y no debe resultar harinosa).
Una vez en casa, recuerda que debes lavar bien la fruta. Luego, puedes conservarla en el refrigerador o a la temperatura ambiente. Si quieres conservarlas por más tiempo, una buena forma puede ser colocar las manzanas dentro de una bolsa de plástico y rociarlas con agua cada semana.
Esta buena noticia no es excusa para que dejes de comer otras frutas y verduras que no sean “blancas”, ya que todas son esenciales para un corazón sano y podrían protegerte de otras enfermedades crónicas, tal como te contamos en otro artículo de vidaysalud.com.
Y si a esa mezcla de vegetales y frutas le agregas una rutina regular de ejercicios, vivirás más y mejor. ¡Anímate a realizar cambios saludables! Verás que pronto comenzarás a sentir los buenos resultados en tu cuerpo.