¿Para qué sirve el laurel y sus hojas?

Hojas del laurel – Historia y simbología: Las hojas de laurel, el símbolo de la victoria con propiedades saludables Las hojas de laurel provienen de un arbusto originario de Asia Menor, donde no tuvo tanta relevancia como cuando fue comercializado en la región mediterránea, donde los griegos le otorgaron importantes significados y usos.

El sabor de sus hojas es muy característico, ligeramente picante y un poco amargo. Las hojas de laurel tiene una superficie muy suave y es de un color verde olivo. Una hoja puede medir desde 2.5 cm. hasta 7cm.

Las hojas del laurel han tenido varios usos a lo largo de la historia. En los eventos de competencia, éstas se utilizaban para distinguir a los vencedores. Tanto en las Olimpiadas como en eventos donde se destacaban a poetas, pensadores y héroes de guerra, los ganadores y destacados eran coronados con una guirnalda formada con hojas del laurel.

En la antigua Grecia la hoja de laurel simbolizaba la victoria aunque sus usos no eran meramente simbólicos; los griegos utilizaban a la hoja para sanar picaduras de insectos y con ello comenzaban a descubrirse algunas de las propiedades y usos del laurel.

¿Para qué sirve el laurel y sus hojas?
Hoy en día se conoce que el laurel tiene diversas propiedades benéficas para la salud. Consumir hojas del laurel propicia una buena digestión puesto que éstas facilitan el rompimiento de las proteínas y también alivian diversos malestares estomacales; el aceite de hojas del laurel se utiliza para curar esguinces, inflamaciones y dolores musculares leves al untarse sobre las áreas afectadas.

Reduce los niveles de azúcar y beneficia la salud de la piel

Las personas que sufren de diabetes pueden beneficiarse de uno de los usos de laurel, ayudar al cuerpo a reducir el azúcar en la sangre y a procesar la insulina.

Además, los compuestos de las hojas tienen propiedades astringentes, antiinflamatorias, antibacterianas y antimicóticas. Estas propiedades del laurel pueden ser aplicadas para tratar problemas de la piel como el acné y otras infecciones leves.

Vitaminas y minerales en las hojas de laurel
Las hojas del laurel pueden agregarse a distintos platillos que se consumen a diario y con ello se asegura una buena proporción de vitaminas y minerales. Las hojas del laurel son ricas en vitamina C, vitamina A, minerales como hierro, calcio, potasio, magnesio y manganeso. Contienen partenolida, un compuesto químico que sirve para combatir los dolores de cabeza y la migraña.

Los componentes aromáticos de las hojas del laurel tienen propiedades repelentes de insectos y al dispersar las hojas en el interior de despensas y estantes donde se almacenan los alimentos, evita que se acerquen insectos como cucarachas, polillas de fruta y moscas.

Grandes beneficios en una aromática infusión

Para mejorar la digestión, reducir gases y aliviar malestares estomacales, una infusión de hojas de laurel después de una comida pesada es una buena solución. Para ello se pone agua al fuego y se retira inmediatamente después de comience a hervir, se agregan dos o tres hojas del laurel por cada taza de agua. La infusión se deja reposar durante 15 minutos y se sirve.

Si esta infusión se toma antes de la comida, debido a sus compuestos que ayudan al cuerpo a procesar la insulina, puede servir para ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre.

Y puesto que el laurel contiene eugenol, un compuesto con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antimicóticas y antibacterianas, la infusión puede servir para elaborar compresas que al ser colocadas sobre el pecho ayudan a aliviar la tos y otros síntomas del resfriado; también pueden hacerse gárgaras para potenciar los beneficios.

Contraindicaciones y efectos secundarios del laurel

Se debe tener cuidado de no ingerir el aceite del laurel puesto que puede causar irritación. El aceite del laurel siempre debe ir diluido y ser utilizado en pequeñas cantidades. Al aplicarse sobre la piel, el aceite puede producir manchas y las mujeres embarazadas deben evitar su uso puesto que se cree que el aceite extraído de las bayas del laurel era utilizado en el medioevo para inducir el aborto.

Las hojas deben ingerirse con suficiente agua y preferentemente en trozos pequeños puesto que al tragarse completas podrían obstruir el tracto digestivo o las vías respiratorias y causar lesiones internas o impedir la respiración, respectivamente.

Aunque no se cuenta con suficiente evidencia científica, no es recomendado que las mujeres embarazadas y en etapa de lactancia ingieran té de hojas del laurel.

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