La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que unos 180.000 gazatíes padecen infecciones en vías respiratorias, hay más de 136.000 casos de diarrea -la mitad en menores de cinco años.
Jerusalén.- Este lunes, la ministra de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mai al Kalia, informó que en Gaza desde el cruce de Rafah con Egipto, ingresaron Cargamentos de vacunas para enfermedades infantiles como polio o sarampión.
Las vacunas, adquiridas por el Gobierno de la ANP -sin control directo sobre Gaza y con poder limitado en Cisjordania- y también donadas por Unicef, «comenzaron a ingresar a la Franja» aprovechando el uso de «la cadena de frío ubicada en territorio egipcio para conservar las vacunas hasta su llegada a Gaza», dijo Al Kalia.
Según concretó, una vez en Gaza, serán usadas según «los estándares internacionales para la conservación de vacunas» y a través de la supervisión de Unicef, algo clave ante la creciente propagación de epidemias -sobre todo entre niños- que sufre Gaza.
Hay vacunas contra la polio, sarampión, paperas y también «otras rutinarias» para ser administradas a niños, y Sanidad prevé que sean «suficientes para un período que oscila entre ocho y 14 meses».
Tras su entrada, las vacunas «comenzaron a administrarse en los centros de atención primaria del sur de Gaza, y se está trabajando con Unicef para distribuirlas en el norte» de la Franja, dijo el Ministerio de Sanidad del enclave palestino, controlado por Hamás.
«El programa de vacunación en la Franja cubre a unos 60.000 niños anualmente», agregó la misma fuente.
Las infecciones y enfermedades contagiosas se están extendiendo en gran medida dentro de la Franja debido a la guerra, las condiciones precarias en las que se hacinan unos 1,9 millones de desplazados internos gazatíes -el 85% de población- y la falta de comida, agua, medicinas, materiales básicos o combustible ante el cerco israelí, que permite el acceso de ayuda humanitaria más bien a cuentagotas.
Gran parte de los hospitales del enclave están fuera de servicio por falta de electricidad, y los que funcionan lo hacen al mínimo, una situación que contribuye a propagar enfermedades contagiosas.
Hace dos días, Devi Sridhar, catedrática en Salud Pública Global de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, Reino Unido, alertó que un cuarto de población de Gaza podría morir en un año por los brotes de infecciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que unos 180.000 gazatíes padecen infecciones en vías respiratorias, hay más de 136.000 casos de diarrea -la mitad en menores de cinco años-, unos 55.400 casos de piojos y sarna, más de 5.300 casos de varicela, 42.000 casos de erupción cutánea y 126 casos de meningitis.
Anteayer, el COGAT -organismo israelí para la coordinación de asuntos civiles en territorio palestino ocupado- anunció anteayer que permitió la coordinación con Unicef para la entrada de decenas de miles de dosis de vacunas a Gaza para prevenir la polio, tuberculosis, la difteria, tétanos, hepatitis o meningitis.