La increíble historia de un hombre que vivió 41 años en la selva y no sabía qué era el sexo ni que existían mujeres

Redacción Internacional.- Un hombre que vivió 49 años en una selva tras escapar de la guerra, no sabía qué era el sexo ni que existían las mujeres, y hay razones de peso para creer que es así, porque estuvo apartado del mundo real.


Ho Van Lang, de 49 años, y su padre, Ho Van Thanh, pasaron cuatro décadas en la naturaleza por la Guerra de Vietnam. Pasaron cuatro décadas construyendo casas en los árboles, vistiéndose con taparrabos hechos con la corteza de un árbol y cazando ratas para su cena. No por nada a este hombre se lo asemeja con Mowgli, el personaje del “Libro de la Selva”, por su crianza en la naturaleza.

El hombre que se introdujo en la sociedad después de ser criado por su padre en la jungla no tenía idea de que existían las mujeres ni de qué sexo era. Esta persona vivió durante 41 años en los bosques de Quang Ngai por querer huir de la Guerra de Vietnam.


En todo este tiempo los dos hombres no tuvieron contacto alguno con ningún otro ser humano ni con el mundo moderno, según publica  el portal https://tn.com.ar/

Todo comenzó cuando Thanh, un veterano del ejército, decidió huir de su pequeña aldea en 1972 con su hijo Lang, que entonces tenía dos años, después de que una bomba estadounidense matara a su esposa y otros dos hijos.

Ambos fueron descubiertos por los lugareños en 2013 y luego se fueron adaptando lentamente a la civilización. Actualmente viven en una casa cerca de la jungla.

En 2015, Álvaro Cerezo, director gerente de Docastaway, empresa que ofrece vacaciones en lugares remotos y deshabitados del mundo, se reunió con Lang. Inicialmente quiso preguntarle sobre técnicas de supervivencia, pero terminaron pasando cinco días juntos viviendo en la jungla donde él había crecido.

Cerezo explicó que Lang aún lucha “por distinguir entre hombres y mujeres”, ya que todavía no sabía “la diferencia esencial entre ellos”.

“Puedo confirmar que Lang nunca tuvo el mínimo deseo sexual y su instinto reproductivo nunca mostró su cabeza en ninguna de sus múltiples facetas”, manifestó Cerezo.

La dieta de Lang y Thanh consistía en frutas, verduras, miel y una variedad de carnes, incluidos monos, ratas, serpientes, lagartijas, ranas, murciélagos, pájaros y peces.

Cerezo dijo: “Para Lang, ninguna parte de un animal debía desperdiciarse. Mientras estaba con él en la selva lo vi comer murciélagos como si fueran aceitunas. También se alimentaban de las cabezas y vísceras de las ratas”.

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La pareja siempre mantenía un fuego encendido y fabricaban herramientas, cubiertos y utensilios de cocina con materiales que encontraban en el bosque.

El director de Docastaway comunicó que, debido al mal estado mental de Thanh, “Lang vivió los últimos años lleno de estrés y ansiedad, permaneciendo despierto toda la noche en caso de que su padre cayera en la nada”.


La dieta de Lang y Thanh consistía en frutas, verduras, miel y una variedad de carnes, incluidos monos, ratas, serpientes, lagartijas, ranas, murciélagos, pájaros y peces. 

Cuando finalmente se encontró a la pareja, Lang fue llevado a un pueblo en un auto y se sorprendió por todos los inventos modernos que presenció. “Por la noche, estaba completamente asombrado por la luz que provenía de las bombillas. Lang nos dijo que poder disfrutar de la luz durante la noche era algo extraordinario. Justo después de eso vio una televisión por primera vez, algo de lo que su padre también le habló cuando era joven”, contó Cerezo.

Cerezo explicó que el sentido del humor de Lang “es como el de un bebé”, copiando gestos faciales o reaccionando a las escondidas, “lo que contribuye a hacer de Lang una persona muy entrañable”.

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