ONG alarmada por agresiones sexuales en el marco de la crisis en Nicaragua
En total 71 personas han sido sometidas a desnudez forzada como práctica generalizada en los MANAGUA.- Las agresiones sexuales están entre las acciones “más graves y recurrentes” cometidas contra los opositores que son detenidos en Nicaragua en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país centroamericano desde abril de 2018, según un informe divulgado este viernes por el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
“Una de las formas más graves y recurrentes documentadas es la violencia sexual. Del total de persona víctimas de tortura, seis han sido víctimas de violación sexual, ocho de abuso sexual, siete de amenazas de violación y una de acoso sexual”, indicó ese Colectivo en su cuarto informe, con casos ocurridos entre octubre y marzo pasados.
En total 71 personas han sido sometidas a desnudez forzada como práctica generalizada en los diferentes centros de detención, de acuerdo con el informe.
El documento cuenta con 85 testimonios de personas que fueron arrestadas por expresar rechazo hacia el Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega, de las cuales 72 son varones y 13 son mujeres, dijo el miembro del Colectivo Braulio Abarca.
El informe también documentó casos de víctimas de choques eléctricos, desprendimiento de uñas, o disparos, como parte de las torturas que se practican en las cárceles de Nicaragua.
Asimismo, destacó el caso de las “simulaciones de ejecuciones, conocidas como la ruleta rusa, como mecanismo para quebrantar a la persona”, señaló Abarca, quien recordó que para que una acción sea clasificada como tortura debe cumplir con las características de “infringir dolor o sufrimiento graves, debe ser intencional, tener un propósito, y estar a cargo de un funcionario del Estado”
El representante de la Unión de Presas y Presos Políticos de Nicaragua (UPPN), Hanssel Vásquez, aprovechó la presentación para informar que, según datos de su organización, “nueve de cada diez personas arrestadas de manera arbitraria ha sufrido secuestro por paramilitares, torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, de violencia física, desnudez forzada, falta de alimentación, abuso y tortura sexual, y amenazas de violación”.
SEÑALAN AL FSLN
Vásquez agregó que “cinco de cada ocho prisioneras políticas han sido víctimas de algún tipo de violencia sexual, tortura sexual, intentos de violación, amenazas sexuales contra sus hijas”, mientras que en el caso de los varones la frecuencia fue de “diez de cada 20”.
La UPPN señaló que las acciones son ejecutadas “por agentes de la Policía, del Sistema Penitenciario Nacional, paraestatales, y miembros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), los cuales obedecen a la dictadura Ortega Murillo”.
Torturas similares fueron denunciadas por la Organización de Víctimas de Abril (OVA), que indicó que actualmente hay “más de 120” reos que son considerados “presos políticos” en Nicaragua, de los cuales 110 fueron arrestados tras las protestas antigubernamentales de abril de 2018 y diez antes de esa fecha.
El informe incluyó un capítulo sobre las llamada “leyes represivas”, que limitan las acciones físicas, digitales, financiamiento y aspiraciones políticas de los nicaragüenses, otro sobre las torturas, tratos crueles y degradantes ocurridas en los últimos cinco meses, uno más con los 85 testimonios y casos documentados, y el último referido especialmente al caso del “preso político” Justo Rodríguez, “por la crueldad extrema y saña en la violación de sus derechos”.
Nicaragua vive una crisis de derechos humanos desde el estallido social contra Ortega en 2018, en la que múltiples manifestaciones antigubernamentales fueron anuladas con ataques armados que dejaron cientos de muertos, presos o desaparecidos.
Una crisis similar no se observaba en Nicaragua desde los años 1980 a 1990, también con Ortega en la Presidencia, y quien regresó al poder en 2007.