Un tirón de la corva (parte de la pierna humana opuesta a la rodilla), es una lesión de los músculos isquiotibiales muy común entre los atletas que practican deportes como béisbol, atletismo, fútbol y baloncesto.
Los síntomas de un tirón de la corva incluyen hinchazón, hematomas o decoloración y debilidad en el tendón de la corva.
La mayoría de las lesiones de los músculos isquiotibiales pueden sanar con descanso y no requerirán cirugía, así lo indica la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos.
Por ello, si sufriste un tirón de la corva, la academia brinda los siguientes consejos de cuidado:
Inmovilización. Tu médico podría recomendarte usar una férula para la rodilla, ya que esto puede ayudar a que tu pierna sane.
Terapia física. Una vez que el dolor y la hinchazón iniciales desaparezcan, la fisioterapia puede ayudarte a restaurar la amplitud de movimiento y la fuerza.
RECUERDA: Sufrir un tirón en la corva implica acudir al médico a la brevedad, a fin de que revise minuciosamente la lesión y defina cuál es el mejor tratamiento, lo que muchas veces requiere referir al paciente con un médico del deporte y un fisioterapeuta, para que la recuperación sea exitosa y no se extienda mucho tiempo.