Más de la mitad de los casos de intoxicación de perros o gatos ocurre por la ingesta de pastillas que las personas dejan a su alcance por descuido o porque son suministradas por ellas en el afán de curar alguna afección.
Según Todo Noticias, que asiste a mascotas envenenadas en EE.UU., Canadá y el Caribe, los animales pueden llegar incluso a morir si consumen algunas píldoras recetadas para los humanos, debido a que las procesan de un modo distinto.
El ibuprofeno o naproxeno pueden ocasionarles úlceras estomacales e intestinales graves.
Por otro lado, el paracetamol afecta a los glóbulos rojos a los gatos y su capacidad de oxigenarse, y en los perros puede causar una insuficiencia hepática.
En el caso de los antidepresivos producen problemas neurológicos como temblores, desorientación y convulsiones, además de alteraciones en el ritmo cardíaco, temperatura corporal y la presión arterial.
Los medicamentos para trastornos de déficit de atención y de hiperactividad también pueden causarles desórdenes neurológicos.
La benzodiacepina genera en las mascotas descoordinación y respiración lenta. En el caso específico de los gatos, problemas hepáticos.
Las pastillas anticonceptivas provocan en las hembras no esterilizadas envenenamiento por estrógeno.
Los betabloqueantes son sumamente nocivos ya que disminuye la presión sanguínea y ralentiza el ritmo cardíaco.
Una gran ingesta de hormonas tiroideas afecta la actividad muscular y también los vuelve nerviosos y les acelera el corazón.
La medicación relacionada con el colesterol provoca vómitos y episodios de diarrea en los estos animales domésticos.
Por todo lo expuesto, nunca se debe dar medicamentos a las mascotas sin previa consulta a un especialista.
