Prepara tu remedio: 1 cucharada de raíz de jengibre junto a 1 cucharada de raíz de ginseng cocida en medio litro de agua.
Se deja reposar por 15 minutos, se cuela (filtra) y se bebe 1 taza antes de cada comida.
La IMPOTENCIA es la dificultad o imposibilidad de lograr una erección o de mantenerla durante el acto sexual.
Si sucede esporádicamente, puede tratarse de un caso aislado, pero si el 25% o más de los encuentros están marcados por esta situación, es probable que sí la padezca.
La disfunción eréctil impide mantener una vida sexual satisfactoria, afectando la relación de pareja. Repercute en la autoestima, generando vergüenza y falta de confianza.
Disfunción erectil
• En los diabéticos, la enfermedad puede producir daños vasculares, lo que impide mantener una erección. Es decir, la baja intensidad de la circulación hace que la sangre no llegue debidamente al pene.
• El colesterol elevado causa daños en los nervios, impidiendo quye el pene reviva los impulsos para completar su erección.
El colesterol elevado puede aumentar en un 80% el riesgo de padecer disfunción eréctil.
• El tabaquismo afecta la capacidad de erección y la calidad de los espermatozoides. Fumar 20 cigarrillos diarios o más, incrementa hasta en un 60% el riesgo de sufrir disfunción eréctil.
• El 14% de los hipertensos, tratados con hipotensores, presentan disfunción eréctil. Si además fuman, el porcentaje se eleva en un 15%.
• Una solución para el cáncer de próstata es la intervención quirúrgica. Sin embargo, dentro de los efectos secundarios de la operación se encuentra la disfunción eréctil.
• Diabéticos, hipertensos, obesos, personas con colesterol alto, operados de cáncer de próstata y adictos al tabaco, alcohol o ciertas drogas, tienen posibilidades de resolver sus problemas de disfunción eréctil.
• Si sufre de ésta u otra disfunción, es fundamental acudir a un especialista y no administrar un tratamiento sin su supervisión.
Al mismo tiempo, conversar con la pareja y mantener una actitud positiva, son el inicio de una solución que marcará la diferencia.
Compartir, vivir y tener una sexualidad sana y satisfactoria es clave para mantener una buena relación con uno y con su pareja.
Remedios naturales para la disfunción eréctil:
Gingko Biloba: es uno de los vasodilatadores naturales más usados en el mercado, ya que es conocido por su gran capacidad para aumentar el flujo de sangre al área genital y también al cerebro.
Además, se ha demostrado que sirve para ayudar a generar erecciones en situaciones donde incluso falla la circulación.
El Gingko ha demostrado ser muy útil en tratamientos de problemas sexuales relacionados con el uso de drogas antidepresivas, como son la fluoxetina y la sertralina.
Ginseng rojo: es un tónico vigorizante y adaptógeno, que ayuda a liberar óxido nítrico (ON), lo que mejora el flujo de la sangre y por ende las erecciones.
Esta hierba ayuda también a tratar la anorgasmia y la disminución de la líbido, ya que como es un adaptógeno, también ayuda a combatir la ansiedad y el estrés, aspectos que también influyen en la salud sexual. Según estudios realizados, mejora el desempeño sexual hasta en un 42%.
Maca: es una raíz originaria de los andes, actúa directamente en el flujo sanguíneo, lo que se traduce directamente en una acción vigorizante de la zona pélvica de los hombres, aumentando la potencia sexual.
Ajo: esta hortaliza es muy utilizada para mejorar la salud de las personas, dentro de sus múltiples cualidades ayuda a mejorar la potencia sexual en los hombres. La alicina que posee, ayuda a que el pene reciba más sangre. Se recomienda comer cuatro dientes de ajo al día ¡crudos!
Granada: el jugo de este fruto ayuda a mejorar la calidad de la erección hasta en un 32%, así lo asegura un estudio publicado en Journal of Sexual Medicine. Esto se debería a que el jugo de granada es rico en antioxidantes que mejoran el flujo sanguíneo y favorecen la erección.
Azafrán: ayuda a mejorar el desempeño sexual de los varones, así como la calidad y duración de las erecciones. Combate la impotencia, retrasa la eyaculación y alarga el coito. También se toma en infusión.
Prepara tu remedio: 1 cucharada de raíz de jengibre junto a 1 cucharada de raíz de ginseng cocida en medio litro de agua.
Se deja reposar por 15 minutos, se cuela (filtra) y se bebe 1 taza antes de cada comida.