Remedios efectivos para reducir tu papada
A medida que pasa el tiempo nuestro cuerpo va sufriendo cambios. Perdemos hidratación, colágeno, nuestra piel deja de tener su flexibilidad y se vuelve un poco más flácida. Ya no tenemos la misma tonacidad y esto, afecta en especial a nuestro cuello, que aparece con una pequeña flacidez que nos molesta a la hora de mirarnos al espejo. ¿Cómo podemos atenuar esto? No te preocupes, te ofrecemos sencillos remedios para que te veas un poco mejor.
Dicen los expertos que una de las principales causas de esta pérdida de tonacidad, es el hecho de que ya no producimos tanto colágeno. Las células de la piel lo notan y tampoco pueden luchar contra los radicales libres. Pero muchas veces, estos elementos faltantes en nuestro organismo podemos encontrarlos en los alimentos, en sencillos recursos que todas tenemos a mano y que nos pueden ayudar. ¿Quieres conocerlos?
Remedios para atenuar la flacidez del cuello
Masaje con aceite de ricino
- El aceite de ricino es un remedio muy adecuado para estos casos. Su composición a base de ácidos grasos esenciales, nos evita el perder nuestra humedad natural, nos aporta mayor flexibilidad, hidratación y restaura la piel manteniéndola suave y limpia.
- Lo ideal es que para ello cojas una cucharada de aceite de ricino y una cucharada de aceite de oliva.Mezclas bien ambos aceites en una tacita para después, poner en la palma de tu mano un poco de esta mezcla. Ahora, con movimientos firmes y ascendentes ve haciéndote un masaje desde el área del cuello hasta la línea de la mandíbula. Hazlo durante al menos 15 minutos, para después empapar una toalla pequeña con agua caliente y, tras escorrerla, dejarla 5 minutos sobre tu cuello. El vapor te ayudará a absorber y a relajar aún más la piel. Haz esto por las noches.
Buena hidratación
- Todas lo sabemos: beber agua es saludable. Pero debemos tomar verdadera conciencia sobre ello, el mantener nuestro cuerpo hidratado nos ayuda a mantener su piel sana y libre de arrugas. Si estamos bien equilibrados por dentro todo esto se refleja por fuera, así que no olvides beber al menos 2 litros de agua al día.
Evita exponerte mucho al sol
- El sol es necesario para nuestra salud, nos ayuda a sintetizar por ejemplo la vitamina D. Pero debemos ser prudentes y protegernos de él mediante cremas, gafas sol…etc. El cuello es muy sensible a los rayos solares y ello favorece el envejecimiento prematuro, y por ello, sería siempre conveniente que o bien te protegieras de él mediante un pañuelo, o bien evites tomar el sol en las horas de más intensidad.
Dieta adecuada
Mantener una dieta rica en antioxidantes, betacarotenos y vitaminas A, C, y E, es esencial para mantener la salud de tu piel, evitar la flacidez y luchar contra los radicales libres. Sería esencial que empezaras tus desayunos con jugos saludables. Los más indicados son por ejemplo el jugo a base de remolacha (betabel) y manzana, el jugo de zanahoria y naranja, el jugo de mango y fresas… Son muy saludables para mantenernos hidrtatadas y con las vitaminas y minerales adecuados para mantener joven nuestra piel.
Mascarilla de aguacate y uvas
- Una mascarilla reafirmante rica en antioxidantes que previene el envejecimiento. La combinación de aguacate y jugo de uva son unos aliados excelentes para nuestra piel, nos refresca, nos hidrata, nos aporta minerales… Para beneficiarte de sus propiedades no tienes más que coger la pulpa de medio aguacate e incluir cinco uvas. Puedes pasarlo por la batidora o mezclarlo todo bien con un tenedor, el objetivo es conseguir una pasta lo bastante espesa para poder aplicártela en el cuello.
- Para ello, túmbate en el sofá y mantén la mezcla unos veinte minutos. Si lo hacemos todos los días poco a poco iremos notando más firmeza.
Crema de avena reafirmante
- La avena es un remedio muy antiguo para reparar nuestra piel, y para aportar los ácidos grasos esenciales que necesitamos en esta zona tan sensible del cuello, ahí donde aparecen los primeros síntomas de la flacidez. Para elaborarla, coge media tacita de avena, medio vaso de leche caliente y una cucharadita de aceite de rosa mosqueta. Mézclalo bien hasta obtener una pasta homogéna, aplicándotela bien en el cuello. Si te es difícil lo mejor es que te tumbes con una toalla en el pecho para no mancharte. Intenta mantenerla 15 o 20 minutos, después, límpiate bien con agua fresca.
Te podría interesar
Deja tu comentario