Van juntas en muchas preparaciones de repostería. Se ven suaves, dulces y sabrosas, pero además sanadoras. La miel es un potente antibiótico natural, cuenta con cientos de propiedades medicinales. La canela es una especia impresionante, sirve sobre todo para el aparato digestivo, respiratorio y es de gran ayuda para el aparato circulatorio.
¡Y sabes que es lo más asombroso! Que al juntarse forman un “santo remedio” que sirve para para todo.
Algunos de sus grandes beneficios son los siguientes: Colesterol, infecciones de la vejiga, estómago, resfriados, mal aliento, enfermedades del corazón y resfríos.
Lo mejor de todo es que la preparación es muy fácil:
Simplemente debes calentar la taza de agua de manera que esté muy caliente, pero sin llegar a hervir, agregar 2 cucharadita de canela en polvo o si es de tu gusto los 2 palitos de canela y la cucharadita de miel remueve bien, tapa y deja que repose durante 10 minutos listo. ¡Y a beber el “santo remedio!