Un hombre solitario de 80 años, conocido como Amou Haji, tiene una forma de vivir bastante curiosa, pues desde su juventud tomó la decisión de no ducharse y asegura que lo ha mantenido muy sano.
Inclusive asegura que el sólo hecho de pensar en ducharse ya “lo pone mal”, pues cree que al bañarse atraerá las enfermedades. Sin embargo este hombre ermitaño tiene el rostro lleno de suciedad que se ha acumulado con el paso del tiempo e, inclusive, fuma excrementos de animales.
Según algunos allegados, cuando era joven tuvo varias decepciones emocionales que, por consiguiente, lo llevaron a tomar este tipo de decisiones. Asimismo, el hecho más «saludable» es que bebe cinco litros diarios de agua, pero lo hace en una lata grande y oxidada de aceite, y no en el típico vaso de cristal.
NOTA:
Aclaramos previamente que este artículo es sólo una curiosidad y no se fomenta la realización de ninguna de las cosas mostradas en él. ¡Bañarse es bueno para la salud!
Ciertas personas exitosas/famosas siguen rituales que permiten mantenerlos alineados y en firme para pensar en cosas más importantes, sin embargo muchos de estos hábitos son bastante extraños, principalmente los que se refieren a la alimentación. Veámoslos.
El creador de Ford acostumbraba a alimentarse de sus propias “hierbas” y cultivos que tenía en su jardín.
Esta cantante suele hacer una dieta estricta, excepto un día en el cual come lo que más se le antoje.
Hugh Hefner
Este millonario sólo come lo que es preparado y cocinado en su mansión de PlayBoy.
Cada dos días come granos de soja fermentados y ensalada de algas.
El creador de Facebook sólo come lo que él caza, por esta razón su dieta es casi prácitcamente vegetariana.
Todos los días esta cantante toma una dosis de vinagre (pequeña) hecha a partir de sidra orgánica.
Antes de escribir algo, este escritor come una rebanada de queso con zarzamora.
El creador de Apple comía duramente mucho tiempo los mismos alimentos, como en el caso de las zanahorias y manzanas. Esta dieta restrictiva, según él, no le ocasionaría mal olor corporal.
Vía ElEconomista
Publicado por Camacho David