Estas cinco partes del cuerpo humano no sirven para nada: Apéndice, pezones masculinos, vello corporal, muelas del juicio y cóccix

El cuerpo humano es un complicado conjunto de piezas que al encajar nos permiten no sólo existir, sino que también funcionar y aportar al resto de los seres vivos. Si una de estas piezas falta, las cosas se complican.

Aunque, muchas veces, los puzzles traen piezas sobrantes. Lo mismo ocurre con el cuerpo humano. Hoy queremos hablarles de cinco partes de nuestro organismo que no sirven para nada, es decir que, al menos por ahora, no tienen ninguna función concreta.

Una de las cirugías más comunes es la apendicectomía, en la que se remueve el apéndice, que cuando se inflama puede reventarse y provocar graves infecciones, incluso la muerte por peritonitis.

Para algunos, la única función que tiene el apéndice es molestar y los científicos creen que es un sobrante de algún órgano que quizá tuvo utilidad en el proceso evolutivo. Extraerlo no provoca ningún cambio. Sin embargo, debo decir que existen algunas pruebas sobre las funciones del apéndice que pueden desmentir la inutilidad de este órgano. ¿Tú qué crees?

Pezones masculinos

Los pezones sirven para que las madres amamanten a sus bebés, pero en el hombre no tienen ninguna utilidad. Están presentes, ya que se forman antes de que se diferencien bien los sexos en la etapa embrionaria.


 
En casos anormales, cuando el hombre tiene una concentración de progesterona mucho más alta que la habitual, pueden crecer senos e, incluso, los varones podrían producir leche.

La aparición de vello en el cuerpo, es una característica presente tanto en hombres como mujeres y que, hoy en día, no tiene mayor función que hacer que gastemos dinero en depilaciones.

En etapas evolutivas anteriores, el vello corporal servía para guarecernos del frío y los machos lo utilizaban a la hora de cortejar a las hembras. Hoy, no tiene uso, con excepción de las cejas y pestañas.

Las cejas, son la única porción de vello que tiene una función, ya que protege los ojos del sudor que cae desde la frente y las pestañas nos protegen de posibles basuritas que puedan entrar en nuestros ojos.

Muelas del juicio

Los humanos, obtenemos nuestra dentadura definitiva alrededor de los 10 años de edad, pero pasada la adolescencia aparecen las llamadas muelas del juicio, un conjunto de molares que en vez de ser útiles, molestan.

Son muchas las personas que no tienen espacio en la boca para estas cuatro muelas, por lo que provocan dolor y pueden incluso desplazar otros dientes, enchuecando la dentadura. Muchos dentistas optan por sacarlas apenas comienzan a asomarse.

En etapas evolutivas anteriores, los humanos tenían una especie de cola que les ayudaba a mantener el equilibrio. De esa cola nos queda el cóccix, la última vertebra de la espina y que ahora está de adorno.

Si bien algunos sostienen que el cóccix aún ayuda al equilibrio, su principal función está en provocarnos dolor cada vez que nos caemos sentados.

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