La libido es un vocablo que viene del latín y se define como deseo sexual. Todos pasamos por etapas en que ese deseo disminuye sin razón aparente y nos ubica en niveles tan bajos que bloquean todo deseo sexual dejándolo casi en cero.
Existen muchos factores como: medicamentos, estrés, alcohol, anticonceptivos, que pueden influir para que esa situación ocurra.
Es vital saber que nos está afectando, si es un tema recurrente es bueno ir al médico para que nos pueda ayudar a recuperar nuestra vida sexual.
La cual es muy beneficiosa para nuestra salud mental y física.
Mecanismo de la libido o deseo sexual
Según explican los expertos si las relaciones son gratificantes nuestro organismo nos pedirá volver a tenerlas, para experimentar esa satisfacción que la genera.
El mecanismo ocurre durante el acto sexual y la excitación. En ese momento se producen endorfinas, dopamina, y serotonina, que son las mismas que se liberan cuando comemos chocolate o realizamos ejercicio físico.
Según los expertos, estas hormonas crean sensación de placer y bienestar. Al estimular nuestro sistema cerebral de recompensa, se produce una necesidad de volver a experimentar el estímulo que las ha generado.
Factores que modifican la libido
Puede ser diferentes causas orgánicas entre las que se mencionan:
• Tratamiento con algunos medicamentos
• Alteraciones hormonales o menopausia
• Enfermedades crónicas o metabólicas
Causas psicológicas:
• Problemas de pareja
• Disfunciones sexuales como anorgasmia y vaginismo, o disfunción eréctil
• Ansiedad y estrés
• Cansancio
• Monotonía y aburrimiento
Los expertos explican que puede darse una combinación de causas orgánicas y psicológicas.
Consejos para mejorar esa situación
Según los expertos si estamos atravesando por esta etapa recomiendan no dejar de conectar con nuestra autosexualidad. Pensar en el sexo y tener fantasías para sentirnos eróticos, y estimularlos para fomentar el placer.
Si la situación no mejora lo ideal es acudir a un profesional para que nos ayude a liberarnos y disfrutar como lo hacíamos antes. También recurrir a una terapia de pareja si el problema ocurre en ese plano.
También se puede acudir a un sexólogo en caso de que existan problemas fisiológicos, y si el problema psicológico también se puede iniciar una terapia con el propio sexólogo.
En este tipo de terapias se realizan actividades individuales y en pareja para llevar a cabo en casa.
Lo ideal es pedir ayuda para que vuelva la normalidad el bajo deseo sexual.