El noruego Bjorn Rosander, condenado a ocho años deprisión en su país por tráfico de drogas, ha demandado a mitad de su sentencia a la cárcel estatal de Bodo en la que se encuentra recluido por haber engordado cuarenta kilos, informan medios locales.
El preso asegura que, a causa de unas migrañas, en el centro penitenciario le suministraron elevadas dosis de medicamentos que le ocasionaron un gran aumento de peso, diabetes y presión arterial alta, deteriorando de esta manera gravemente su salud.