Gracias a este estudio, se han podido observar detalladamente los efectos subsecuentes de fumar hookah.
La hookah es uno de los instrumentos antiguos para fumar, cuyo origen data de la dinastía persa Safavid (1501-1736). Eventualmente, el uso de la hookah se expandió por India, Egipto y Levante Mediterráneo (durante el Imperio otomano).
La palabra viene del término árabe huqqa, que es una pipa de agua con una taza para el tabaco en la parte superior. Cuando se inhala, el humo se extrae del tabaco humeante atravesando el cuerpo de la tubería y provocando que el agua, en el fondo de la pipa, burbujee. El contenedor del agua puede estar hecho de vidrio, metal o jade.
Con el paso del tiempo, la fama de la hookah atravesó las fronteras temporales y físicas. Su uso se popularizó en América, Europa, Asia, Australia, Sudáfrica, Tanzania, entre otros lugares. La principal fuente de atracción era su aparente inocuidad…
Sin embargo, investigadores de la Universidad de California, en San Francisco, identificaron que la hookah contiene agentes cancerígenos.
En el estudio se analizaron las muestras urinarias de 55 personas saludables, antes, después y al día siguiente de haber fumado la pipa de agua. Tras una noche de haber fumado, cada participante hizo uso, en promedio, de 0.6 recipientes de tabaco para la hookah, y pasó 74 minutos fumando la pipa.
De ese modo, los investigadores encontraron que los niveles de nicotina y cotinina en la orina aumentaron hasta 70 veces más después de fumar la pipa de agua. Y en consecuencia, los niveles de productos químicos, conocidos por ser cancerígenos, también incrementaron en la orina; tales como NNAL (4-Metilnitrosamina-1-3-piridil-1-butanol) y otros componentes orgánicos volátiles.
Gracias a este estudio, se han podido observar detalladamente los efectos subsecuentes de fumar hookah. Incluso, otros estudios que apoyan los resultados de esta investigación, resaltan que fumar la pipa de agua se relaciona con altos niveles de toxinas en el cuerpo: “Los niveles biomarcadores que se reportaron en el estudio, representan exposiciones más realistas a sustancias tóxicas del tabaco.”
De acuerdo con los investigadores, algunas toxinas encontradas en la hookah también se observan, en niveles superiores, en un cigarro regular. Como por ejemplo el benceno, que incrementa los riesgos de leucemia, y el monóxido de carbón.