El cuidado de nuestros dientes es un aspecto fundamental para tener buena salud. Esto ya era conocido por los antiguos egipcios. Se ha encontrado en las tumbas de los faraones un objeto que constaba de una rama, con uno de sus extremos similar al de un cepillo de dientes. Además, utilizaban una crema dental fabricada con uñas de buey, cáscara de huevo quemado, piedra pómez, sal, pimienta, agua y menta.
Pero el cepillo dental, tal como lo conocemos fue inventado por los chinos en el Siglo XV. Tenía un mango de hueso y las cerdas eran de cabello de jabalí. Por su parte, en la Edad Media en Europa, se utilizaba mucho el palillo para los dientes, pero los cepillos no eran muy conocidos. Había muy poca higiene. Esos cuentos mágicos de princesas se desmoronan al imaginarnos a las damas de la corte muy elegantes pero con un terrible aliento.
Con razón existió el amor cortés, no era por romanticismo sino para ocultar ese secreto que las damas preferían mantenerse en lo alto de las torres, dejando a sus enamorados fuera, cantándoles serenatas al pie de su balcón.
Dejando de lado el humor, que nunca está de más, y volviendo al tema que nos interesa, muchas veces un miembro de la familia —y este no es sólo un problema de adultos—tiene problemas de mal aliento. Esto se debe, en algunos casos, a molestias digestivas, problemas en las encías e incluso a un incorrecto cepillado de los dientes. Tendemos a minimizar la situación, pero lo cierto es que a veces el mal aliento hace que la pareja se distancie, que nuestros hijos sufran de falta de aceptación, o que los nietos huyan de la presencia de los abuelos. La halitosis afecta las relaciones familiares, ya que para la persona que la padece, independientemente de si la misma le provoque vergüenza o no, lo cierto es que siempre le provocará un cierto grado de aislamiento de compañeros, amigos y familiares. Por lo mismo, te comparto algunos consejos para hacer que tengas un aliento fresco y una dentadura saludable. Toma nota:
1- Procura beber mucha agua
La boca seca ayuda a que las bacterias permanezcan en la misma. Puedes llevar una botella pequeña contigo adonde vayas, para fortalecer el hábito de tomar agua, ya que en el trajín cotidiano muchas veces nos olvidamos de hacerlo.
2- Al cepillarte los dientes, cuida el punto donde se unen el diente y la encía
Cepilla bien tus dientes, sobre todo la unión del diente y la encía. En dicho punto, busca que el cepillo forme un ángulo de 45 grados, para que las cerdas puedan limpiar bien. Además, utiliza hilo dental, realiza buches con enjuagues especiales y cepilla vigorosamente tu lengua. Es importante, además, que te cepilles cuando menos dos veces al día para no dañar el esmalte de tus dientes.
Lleva cepillo de dientes para usarlo luego de cada ingesta de alimentos; goma de mascar y algún aerosol si lo consideras necesario.
4- ¿Qué comer?
Entre los alimentos que contribuyen a tener un aliento agradable se encuentran la menta y el perejil. La canela y el clavo de olor son muy útiles también.
5- Que no pasen muchas horas sin comer
Si estamos en ayunas o pasamos mucho tiempo sin comer,nuestra boca estará seca y será más propensa a tener mal aliento.
6- Ten cuidado con los enjuagues bucales
Contrariamente a lo que suele creerse, el uso de los enjuagues bucales no es tan recomendable para evitar el mal aliento. Algunos expertos consideran que, como algunos enjuagues contienen mucho alcohol, resecan la saliva y contribuyen a que la halitosis perdure.
Si te han servido estos consejos, compártelos y recuerda que si el mal aliento persiste, entonces su origen puede no estar en la boca, sino más adentro del tracto digestivo, y entonces es síntoma de que debes consultar con tu médico de confianza.