Redacción Internacional.-Además de los comprobados daños que provocan a la salud, los amantes de los refrescos tendrán que disponer de más dinero para la compra, ya que el director ejecutivo de Coca-Cola, James Quincey, comentó en una entrevista a la CNBC que espera que se produzca una subida en los precios por los impuestos a la importación del acero y aluminio introducidos hace unos meses por Washington.
Los efectos del intercambio de aranceles se están produciendo entre EE.UU., por un lado, y China, Canadá, México y la Unión Europea, por otro.
Quincey apuntó que “tuvimos que aprobar un aumento de precios con nuestros socios embotelladores de la industria de bebidas carbonatadas a mitad del año, lo que es relativamente poco común”
El CEO de Coca-Cola justificó este incremento explicando que los costes “del acero y el aluminio están subiendo”, así como también los de la mano de obra.
En marzo, EE.UU. introdujo tarifas sobre las importaciones de estos dos metales desde la UE, Canadá, México y China. Posteriormente, el sector agrícola estadounidense se vio afectado por las represalias con las que varios países respondieron a la medida, que decidieron introducir aranceles a las principales exportaciones agroalimentarias de EE.UU., como el maíz, la soja, la carne vacuna y de pollo y las manzanas.
Sin embargo, el más espectacular intercambio de aranceles se observa con Pekín. En junio, Washington anunció la imposición de impuestos del 25 % sobre diversas importaciones procedentes de China, que entraron en vigor el 6 de julio
. Este 20 de julio, Donald Trump incluso declaró que estaba dispuesto a imponer tasas a todos los bienes de origen chino importados por EE.UU. si fuera necesario.