Un 75 por ciento experimentan algún nerviosismo al hablar en público; 5 técnicas para perder el miedo

La glosofobia o ansiedad para hablar se trata del miedo a hablar en público.

Su etimología procede del griego γλ?σσα glossa, es decir, la lengua, y φÏ?βος fobos, miedo o temor, y son muchas las personas que la padecen, debido a la inseguridad, a la poca experiencia con momentos similares o a un carácter inseguro, nerviosismo o padecimiento de estrés.

Algunos oradores fallan al titubear, tropezarse con las palabras, quedarse en blanco, tener un tono demasiado monótono, no manejar el lenguaje corporal, sufrir bloqueos creativos o abusar de las muletillas en su discurso, que debe ser consistente, estar bien articulado y generar interés y gancho en la audiencia a la que se dirigen.

Según diversos estudios, el 75% de las personas experimentan algún grado de ansiedad o nerviosismo cuando se enfrentan a hablar en público.

Para solventar este problema y mejorar tu estilo de presentación, a continuación encontrarás algunos consejos que te permitirán hacer tus presentaciones más efectivas e impactantes.

5 técnicas para mejorar tus charlas y presentaciones

1. Guionízalas por escrito: Para practicar tu presentación, es importante escribir la conferencia o charla, ya sea de forma esquemática o guionizada. De esta manera, podrás ofrecer una presentación más fluida, confiada e impactante. ¡No te olvides de un buen storytelling y de apostar por un lenguaje cercano y natural, como sucede con las charlas TED.

2. Grábate a ti mismo: Para comprobar cómo te verías si pudieses sentarte entre el público y sentarte a escuchar, prueba a grabarte, preferiblemente en vídeo para poder observar tu lenguaje corporal. En cuanto al audio, estudia cuáles son tus defectos, parones o momentos de bloqueo y púlelos poco a poco.

3. Solicita una crítica sincera: Pídele a alguien de tu entorno que presencie un ensayo y que emita feedback honesto para poder corregir problemas y darle una vuelta final a tu charla o ponencia antes de ponerte frente a la audiencia.

4. Práctica constante: Como sucede con músicos o autores de teatro, el ensayo es la base sobre la que limar inseguridades, perfeccionar tu oratoria y brindar una presentación impecable. Dedica tiempo a profundizar en el contenido, buscar estructuras atractivas para contar lo que deseas y ensayar frente al espejo tus gestos, tu prosodia y tu entonación.

5. Involucra a tu audiencia: La interacción, el factor sorpresa, las preguntas y los ejemplos te servirán para conectar de forma estrecha con tu público. Menciona a alguna persona del público, debate cuestiones con ellos y genera compromiso directo y poderoso con alguien presente en la sala, de manera que puedas captar mejor la atención del resto.

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