Nos pasa a todas. Por la noche, nos puede el cansancio y la pereza. Por la mañana, nos lavamos la cara con agua tibia, nos aplicamos la hidratante de día, también un sérum si lo tenemos a mano, y procedemos al maquillaje sin ningún tipo de pereza. Fondo de make up, máscara de pestañas, eyeliner, sombra de ojos, colorete, antiojeras, iluminador, perfilador, pintalabios… Son múltiples los productos que llegamos a utilizar, y esto penetra en nuestra piel durante todo el día.
Por ello, es muy, pero que muy importante cuidar tu piel cada noche. ¿Por qué?
• La piel tiene memoria. Es así, todo lo que hagas por tu piel, ella te lo devolverá, sin secarse, sin convertirse en un hervidero de acné, con menos arrugas… Sin embargo, si la maltratas, esto también le afectará aunque después decidas empezar a cuidarla.
• Una piel sana te hará más guapa y te sentirás más cómoda. Aunque todos estos cuidados los hacemos en el nombre de la belleza, también es necesario cuidar la piel para estar cómodas. Una dermis tirante puede hacernos daño, hacer que la piel esté reseca, que nos tire, que nos duela… Por eso, hay que cuidarla cada noche.
• Orzuelos, calenturas, granos… Si no retiramos correctamente el maquillaje, el sudor o los restos de contaminación pueden quedarse en la piel. Aparecerán, entonces, todo tipo de malestares en la dermis. Si no nos desmaquillamos los ojos de manera correcta, puede que la suciedad haga que nos salga un orzuelo. Si además, no hidratamos nuestra piel, aparecerán arrugas prematuras, desarrollaremos acné y pueden aparecernos calenturas, lo que puede ser habitual.
• Porque es un momento personal. Y si no te convencen estas razones para cuidar la piel, piensa que al fin y al cabo, el momento de desmaquillarnos e hidratarnos es especial para nosotras mismas, para dedicarnos tiempo a nosotras mismas.