La Habana, Cuba.- La medicina popular conoce hace un tiempo un remedio eficaz contra la gota, el reumatismo, los cálculos en los riñones y en la vejiga.
Se trituran cinco bulbos de ajo y se deja reposar en 500g de vodka a temperatura ambiente durante 8 a 10 días, y se toma tres veces al día a razón de media cucharadita.
Otra experiencia positiva es consumir la semilla de calabaza previamente lavada y secada al sol, controla el deseo frecuente de orinar, útil para trastornos en la próstata, un puñadito de estas semillas se va triturando bien con los dientes y se ingiere cada día.
Ajo. Planta de la familia de las Liliáceas, de 30 a 40 cm de altura, con hojas ensiformes muy estrechas y bohordo con flores pequeñas y blancas. El bulbo es también blanco, redondo y de olor fuerte y se usa mucho como condimento. Procedente del centro y sur de Asia desde donde se propagó al área mediterránea y de ahí al resto del mundo, se cultiva desde hace miles de años.
Unos 3000 años (a.n.e.), ya se consumía en la India y en Egipto.
A finales del siglo XV los españoles introdujeron el ajo en el continente americano.
Cultivo de ajo en el siglo XIV
El ajo parece ser originario del desierto siberiano, fue introducido en Egipto a través del Asia Menor por tribus nómadas, desde allí se propagó a la India por las rutas comerciales que transitaban hacia el Este de Asia y posteriormente hacia el Oeste con destino a Europ
En el Antiguo Egipto formó parte de la ración de los constructores de las pirámides. En la tumba de Tutankamón se encontraron seis dientes de ajo y en varios emplazamientos funerarios pre-faraónicos se han descubierto figuras de arcilla pintadas que representan bulbos de ajo, colocadas allí para ahuyentar los espíritus malignos que pudieran perturbar el viaje del alma al más allá. Marco Polo relataba que los chinos se servían del ajo para conservar la carne cruda.
En tiempos de Horacio se desaprobaba el ajo en los hogares de las clases altas romanas, a diferencia del pueblo, que lo consumía en grandes cantidades.
La presencia de la rosa fétida, como denominan al ajo algunos autores, indicaba la jerarquía social, por lo que en este caso la aristocracia se vio notablemente desfavorecida por no saber aprovechar las notables virtudes medicinales de esta planta, que han sido corroboradas ampliamente por la ciencia moderna.
Características
Ajo (planta)
Planta bulbosa, vivaz y rústica que pertenece a la familia de las Liliaceae, subfam. Allioideae. Su raíz se compone de 6-12 bulbillos, conocidos tradicionalmente como dientes de ajo, unidos por la base formando un cuerpo con forma redondeada llamada cabeza de ajos
Cada uno de los dientes, así como el bulbo, queda recubierto por una membrana semitransparente. De su parte superior nacen partes fibrosas que enraízan la planta a la tierra y le proporcionan el alimento.
Su color es blanco-amarillento una vez retirada la delgada capa que lo recubre. Esta película posee tonos que van desde el blanco al gris. Si algo caracteriza al ajo son sus intensos aroma y sabor.
Ajo (flor)
Usos
Medicinal
Actualmente, el ajo tiene una amplia utilización farmacológica en las medicinas alternativas:
Incrementa las defensas del organismo, mejorando la respuesta a virus y bacterias.
Es antinflamatorio.
Es anticoagulante, vasodilatador y depurador.
En uso tópico, su jugo es un estupendo antiséptico.
Ayuda en la hipertensión protegiendo al mismo tiempo el corazón y las arterias, dándoles mayor flexibilidad y manteniéndolas libres de depósitos de colesterol.
Ayuda a incrementar el nivel de insulina, reduciendo así los niveles de azúcar en la sangre.
Ayuda a incrementar el nivel de serotonina en el cerebro, ayudando a combatir el estrés y la depresión.
Aparato digestivo
A pesar del mal olor que exhala el ajo, sus propiedades en el tratamiento de las afecciones del aparato digestivo recompensan con creces. La boca, la primera porción del aparato digestivo, que está en contacto con el medio ambiente y en cuya parte posterior se encuentra el paraíso de los microbios, es grandemente beneficiada por la presencia regular de ajos. Y la desinfección de la boca con jugo de ajos garantiza gran parte de la defensa de nuestro organismo.
En la mayoría de los casos, el dolor de muelas, ocasionado por las caries dentales, es combatido con ajos. Se coloca un pedacito del diente de ajo en la carie del órgano afectado. La laringe y el esófago son los órganos más beneficiados cuando el ajo es usado crudo por la vía digestiva.
Los microorganismos que tratan de penetrar arteramente en la saliva o en el bolo alimenticio a nuestro organismo, son liquidados gracias a las propiedades germicidas de este bulbo.
Aparato respiratorio
Los ajos son usados por algunos pueblos como inhalantes de los pulmones pues el aceite volátil que exhala la maceración o trituración de ajos proporciona excelentes beneficios a todo el sistema respiratorio.
El ajo da sorprendentes resultados en el tratamiento de: tos, tos ferina, tos sanguinolenta, resfriados, catarros, catarros bronquiales crónicos, bronquitis, congestión pulmonar, tuberculosis, neumonía. bronconeumonía, pleuritis, hemoptisis, asma, etcétera.
Aparato circulatorio
Las valiosas propiedades curativas del ajo no solamente estimulan la circulación sanguínea de los pulmones, más también la circulación de la sangre en todo el organismo, el ajo tiene un poderoso efecto como hipotensor y como tónico
cardíaco, y han observado que en ciertos casos el ajo hace bajar la presión arterial de una manera maravillosa. En este tratamiento, el ajo realiza su efecto por vaso dilatación de los capilares y arteriolas, sin hacer uso de la energía cardiaca.