La fiebre es uno de los síntomas que más preocupan a los padres, pero deben comprender que es un aliado frente a las infecciones.
Aprende cómo actuar si aparece y recuerda: vigila al niño, no al termómetro.
La fiebre infantil es uno de los motivos más frecuentes de consulta en Pediatría, tanto en los centros de salud como en los Servicios de Urgencias y, sin duda, es una de las causas que más preocupación y angustia familiar generan.
Cuando atendemos a familias que acuden consultando por la fiebre de sus hijos, es generalizada la idea de que la causa de la fiebre es una infección. Y así es en la mayoría de los casos.
No obstante, algunos procesos reumáticos y el síndrome PFAPA o de Marshall, frecuentemente diagnosticado como amigdalitis o anginas de repetición, son otras de las causas de fiebre en niños de origen no infeccioso, pero son muy poco frecuentes.
Cuando preguntamos a las familias por qué creen que su hijo tiene fiebre en una infección la respuesta más común es “para avisar de que algo no va bien”.
Cuando preguntamos por qué avisa durante varios días no suele haber respuesta. En los siguientes apartados intentaremos dar contestación a esta duda de los padres y enseñarles cómo deben actuar ante su aparición