(CNN) - En el actual clima político, el término "cornu" —abreviatura de "cornuservador"— se ha convertido en un insulto utilizado por el llamado grupo de ultraderecha alt-right en contra de aquellos que creen débiles o emasculados. El origen del insulto viene del concepto de cuando a uno 'le ponen los cuernos', o tener a una pareja adúltera.
Según un estudio reciente por David Ley, Justin Lehmiller y el escritor Dan Savage, cumplir las fantasías de infidelidad pueden resultar en una experiencia muy positiva para muchas parejas, y no es necesariamente una señal de debilidad.
Las referencias a la infidelidad aparecen tempranamente desde la literatura del siglo XIII, usualmente en personajes masculinos que temían que sus hijos hayan sido engendrados por otros hombres durante un acto de infidelidad. Sin embargo, hoy en día la infidelidad se ha convertido en un fetiche, o fantasía sexual para algunos hombres que se excitan con la idea de que su pareja participe en actividades sexuales con alguien más. Las mujeres también comparten esta fantasía, pero menos que los hombres.
"Esta fantasía ha existido al mismo tiempo que el matrimonio y la sexualidad", dijo Ley, autor del libro Insatiable Wives que habla de la infidelidad en las parejas heterosexuales. "Pero a lo largo de los años estamos escuchando cada vez más sobre esto y más gente está rechazando el estigma social en contra de esta fantasía", añadió Ley.
Ciertamente, los números sugieren que la infidelidad, o al menos estar pensando en ello, es más común de lo que la gente imagina. Para el próximo libro que viene, Tell Me What You Want: The Science of Sexual Desire and How It Can Help Improve Your Sex Life, Lehmiller hizo una encuesta a miles de estadounidenses donde encontró que el 58% de los hombres y casi un tercio de las mujeres había tenido fantasías de infidelidad.
"Los hombres son más probables de ser infieles, y lo hacen más seguido; pero hay un número de mujeres que también tienen estas fantasías que apunta a la necesidad de hacer más investigaciones enfocadas en los deseos de infidelidad de la mujer", Lehmiller dijo.
Aunque inicialmente fue visto como un fenómeno heterosexual, es cada vez más común entre los hombres homosexuales también.
"Por mucho tiempo recibí cartas de parejas heterosexuales sobre la infidelidad (usualmente iniciado por el esposo), pero nunca de parejas homosexuales hasta después de que la igualdad de matrimonio llegó a ser más popular", explicó el escritor y activista Savage. Para aprender más, Savage se unió con Lehmiller y Ley en un estudio a 580 hombres homosexuales sobre sus experiencias y fantasías de infidelidad.
Los resultados sugieren que hay similitudes en la manera en que los hombres homosexuales y heterosexuales ven la infidelidad, pero también hay diferencias claras. Lo más notable fue que los temas interraciales y prácticas sexuales eróticas no aparecen ser tan común en las fantasías de infidelidad en los hombres homosexuales como en la de los hombres heterosexuales. Las motivaciones detrás de estas fantasías también pueden ser diferentes.
En parte, lo que hace que la infidelidad sea excitante para los hombres heterosexuales es ver este acto como algo tabú o prohibido. "En una sociedad o cultura donde se idealiza la monogamia, la fantasía de la infidelidad es una narrativa disponible para que las personas formen un concepto de sus fantasías sexuales", dijo Ley.
Pero eso puede no ser de influencia para todos. "Para los hombres homosexuales, la infidelidad no es tan tabú porque la monogamia de toda la vida no es tan fuerte en la comunidad LGBT; sin embargo, aun puede ser excitante por varias razones", dijo Lehmiller. Por ejemplo, las fantasías del voyerismo y sexo en grupo parecen coincidir con esas de infidelidad en estos hombres. "Es un deseo sexual que fácilmente se puede personalizar para satisfacer una amplia gama de necesidades y deseos sexuales, ya sea sexo tabú, algo nuevo, voyerismo u otra cosa", añadió Lehmiller.
Las emociones entorno ver a tu pareja con alguien más se puede sumar a la excitación sexual, explicó Savage. "No es considerado infidelidad si no hay un elemento de humillación, degradación o negación", dijo Savage. "Nuestras imaginaciones eróticas tienen la habilidad de convertir algo desagradable a algo agradable", explicó Savage.
Como terapeuta sexual, uno de los descubrimientos más interesantes de este estudio consiste en el impacto de la infidelidad en las relaciones.
"En general, nuestra investigación encontró que en mayor parte, la infidelidad suele ser una fantasía y comportamiento positivo", dijo Ley. "No parece ser evidencia de perturbaciones, o de una relación que no es saludable, o de irrespeto por la pareja", añadió Ley.
Pero hay una advertencia importante, agregó Lehmiller. "Encontramos algunos factores de personalidades que predicen más experiencias positivas al seguir fantasías de infidelidad. Llevar a cabo una fantasía de infidelidad a pesar de estar de acuerdo con su pareja, puede resultar en una experiencia negativa para aquellos que tienen mucha ansiedad en la relación, problemas de abandono, carecen de intimidad y comunicación, que no tienen cuidado, y en personas que le prestan mucha atención a los detalles", Lehmiller dijo.
"En otras palabras, no todos los que tienen una fantasía de infidelidad deberían llevarlo a cabo", añadió Lehmiller.
Recuerda que a veces simplemente compartir un pensamiento sexy puede ser suficientemente excitante, pero no tienes que acabar lo que se empezó.
Si estás pensando en llevar a cabo una fantasía de infidelidad, vale la pena retroceder primero y asegurarte de que tu relación esté en un buen lugar y que tienes habilidades de comunicación sexuales fuertes.
"Para hombres y parejas que están considerando la cuestión de la infidelidad, es importante que haya honestidad, integridad, comunicación, mutualidad y valores compartidos", aconsejo Ley. "He visto a hombres que intentan engañar a sus esposas para que ellas cometan una infidelidad, y eso nunca, nunca termina bien", afirma Ley.
Para parejas que deciden avanzar, es importante tomar las cosas gradualmente. "La realidad de ver a tu cónyuge teniendo relaciones sexuales con alguien más —o saber que lo están haciendo si es que no estás allí— es a menudo muy diferente a la fantasía.
Puede sacar emociones fuertes, así que tomen pasos pequeños y sigan comunicándose", dijo Savage. "Dicho esto, las recompensas pueden ser increíbles, según las parejas que han incorporado las fantasías de infidelidad exitosamente", añadió Savage.
Ian Kerner es psicoterapeuta y consejero sexual en Nueva York