Beber más agua debería ser uno de los buenos propósitos para el nuevo año, pero gran parte de la población ignora este buen hábito que puede ayudarnos a prevenir y a mejorar muchos problemas de salud.
Beber más agua, ¿pero cuánta?
Cada día deberíamos beber, por lo menos, un litro y medio de agua, que se corresponde con 6 u 8 vasos. No obstante, esta cantidad es aproximada, ya que variará según diferentes factores:
Edad, sexo y peso: Una fórmula aproximada consiste en dividir el peso en kilos entre 7. El resultado es el número de vasos diarios que deberemos beber.
De este modo, una persona de 70 kg necesitaría 10 vasos al día, es decir, 2 litros.
Clima o época del año: Si el clima es caluroso deberíamos beber unos dos litros de agua al día.
Ejercicio físico: Si sudamos deberemos aumentar el consumo de agua para reponer el equilibrio hídrico y mineral del organismo.
Problemas de salud: Hay personas que deben tomar una determinada cantidad de agua, por ejemplo, para prevenir los cálculos renales.
Alimentación: Los alimentos también nos aportan agua. Así pues, a nivel de hidratación, no es lo mismo comer sopas o ensaladas que carne con patatas.
¿Cómo mejorará tu salud?
1. Menos hambre
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¿Sabías que muchas veces que sentimos ganas de comer no es hambre sino sed?
Tener esto en cuenta puede ser una gran ayuda para beber agua de manera continuada a lo largo del día, en especial, cuando sintamos hambre entre horas. De este modo podremos evitar picar en todo momento sin pasar hambre.
2. Piel sin impurezas ni arrugas
Beber más agua es el mejor remedio para mantener nuestra piel libre de impurezas como puntos negros, granos o acné.
Además, con este hábito también prevenimos o retrasamos la aparición de arrugas, las cuales están relacionadas con una pérdida de hidratación de la piel.
El agua nos permite tener una piel hidratada, luminosa y firme sin la ayuda de ningún producto cosmético.
3. Más energía
Energías
A veces no necesitamos tomar estimulantes como el café o el té para aumentar nuestros niveles de energía, ya que el cansancio podría ser fruto de la deshidratación.
Beber más agua nos aportará la vitalidad que necesitamos durante todo el día.
4. Menos hinchazón
Beber agua a pequeños sorbos a lo largo de la jornada es la mejor manera de promover la eliminación de líquidos y combatir la retención o hinchazón en zonas como las piernas, los pies o el abdomen.
Mejoramos así la función de los riñones y favorecemos un buen equilibrio hídrico en el cuerpo.
5. Adiós al estreñimiento
estreñimiento
Algunos casos de estreñimiento están relacionados con la falta de agua, sobre todo en personas que cuidan la alimentación y consumen muchos alimentos ricos en fibra. Lo podemos comprobar cuando las heces son pequeñas y duras.
En estos casos es fundamental beber más agua para facilitar la evacuación.
6. Prevención de cálculos renales
Los médicos recomiendan beber más agua para prevenir los cálculos de riñón a personas que tengan antecedentes familiares o bien que ya hayan sufrido cólicos renales con anterioridad.
Es el método más sencillo y económico para deshacer y eliminar piedras y arenillas y evitar problemas graves de salud.
7. Previene la hipertensión
hipertension
El agua está relacionada con la presión arterial, ya que reduce los niveles de sodio en nuestro organismo. En este sentido, beber más nos ayudará a prevenir la hipertensión de la manera natural, sin tener que tomar medicación.
8. Ayuda a perder peso
Como hemos comentado, mantenernos hidtratados durante todo el día nos ayuda a evitar comer por impulso y también a sentirnos saciados con más facilidad.
Además, este hábito acelera el metabolismo, el cual es el responsable de la quema de calorías.
Por último, favorece la eliminación de líquidos y la digestión de las grasas, por lo que es uno de los mejores hábitos para bajar de peso sin tener que hacer sacrificios.
9. Menos toxinas
Beber mucha agua
Beber más agua nos ayuda, en general, a eliminar toxinas y depurar el organismo de sustancias que puedan resultar perjudiciales o predisponernos a sufrir trastornos.
El agua nos limpia por dentro y arrastra hacia el exterior de nuestro cuerpo todo aquello que podría hacernos daño.
