Los ungüentos antisépticos son soluciones de origen natural que, por su combinación de ingredientes, nos ayudan a limpiar y desinfectar las heridas superficiales de la piel.
Se elaboran con compuestos que ayudan a destruir virus y bacterias patógenas que, ante estas lesiones, podrían provocar infecciones de mayor cuidado.
Cuentan con propiedades antiinflamatorias, analgésicas y cicatrizantes, las cuales reducen la hinchazón y el dolor mientras aceleran el proceso de regeneración.
Además, son muy fáciles de elaborar en casa y, a diferencia de otros tratamientos convencionales, son más económicas y están libres de químicos agresivos.
En esta oportunidad queremos compartir en detalle 3 interesantes recetas para que no dudes en añadirlos en tu botiquín de emergencia.
¡Manos a la obra!
1. Ungüento de cera de abejas y vitamina E
Combinando las propiedades hidratantes y regeneradoras de la cera de abejas con vitamina E y aceites esenciales podemos obtener un ungüento antibacteriano y antiséptico, ideal para tratar heridas cutáneas leves.
Su aplicación externa limpia la zona afectada y, al eliminar los microbios de su superficie, previene infecciones y complicaciones.
Además, tiene un ligero efecto calmante que disminuye el dolor, la inflamación y el enrojecimiento.
Ingredientes
5 cucharadas de cera de abeja rallada (75 g)
¼ de taza de aceite de oliva (50 g)
1 cápsula de vitamina E
5 gotas de aceite esencial de árbol de té
5 gotas de aceite esencial de limón
Utensilios
Recipiente resistente al calor
Cuchara de madera
Frasco con tapa
Preparación
Vierte las cucharadas de cera de abeja en un recipiente resistente al calor y ponla a fundir al baño María.
Cuando se derrita, agrégale el aceite de oliva y el contenido de una cápsula de vitamina E.
Remueve los ingredientes con una cuchara de madera, hasta que se integren completamente.
Tras obtener un producto homogéneo, retíralo del fuego y mézclalo con los aceites esenciales.
Deja reposar el ungüento unos minutos y, antes de que se solidifique, envásalo en un frasco con tapa.
Almacénalo en un lugar fresco y oscuro, hasta por 6 meses.
Modo de aplicación
Toma una pequeña cantidad de ungüento y frótalo sobre la herida superficial o corte.
Déjalo actuar sin enjuagar y repite su uso 2 veces al día.
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2. Ungüento de cera de abejas y árnica
Ungüento de cera de abejas y árnica
Por sus propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes y antisépticas, este ungüento natural es una interesante solución contra las heridas leves de la piel.
Sus extractos protegen los tejidos de la zona afectada y favorecen el proceso de regeneración.
Ingredientes
5 cucharadas de cera de abejas (75 g)
5 cucharadas de aceite de árnica (75 g)
Utensilios
Recipiente resistente al calor
Cuchara de madera
Frasco con tapa
Preparación
Incorpora la cera de abejas en un recipiente resistente al calor y, a continuación, ponla a fundir a fuego bajo, al baño María.
Una vez se derrita, incorpora el aceite de árnica y mézclalo con la ayuda de una cuchara de madera.
Retira el producto del fuego, déjalo reposar 5 minutos y almacénalo en un recipiente con tapa.
Conservado en un lugar fresco y seco dura alrededor de 5 meses.
Modo de aplicación
Limpia la herida y frótale el ungüento con un suave masaje.
Si lo consideras necesario, úsalo 2 veces al día.
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3.Ungüento de aceite de coco y ajo
Ungüento de aceite de coco y ajo
El ungüento de aceite de coco y ajo combina dos poderosos antimicrobianos y antivirales que, tras asimilarse a través de la piel, evitan las infecciones en casos de heridas leves.
Se recomienda para hidratar los tejidos lesionados y, de paso, promover su proceso de cicatrización.
Además, entre otras cosas, es un producto natural que combate el acné, los hongos y las verrugas.
Ingredientes
¼ de taza de aceite coco extra virgen (50 g)
5 dientes de ajo
¼ de taza de aceite de oliva extra virgen (50 g)
Utensilios
Recipiente resistente al calor
Mortero
Cuchara de madera
Frasco con tapa
Preparación
Vierte el aceite de coco extra virgen en un recipiente resistente al calor y, enseguida, ponlo a derretir al baño María.
Mientras tanto, tritura los dientes de ajo en un mortero hasta obtener una pasta.
Luego, cuando el aceite este líquido, mézclalo con la pasta de ajo y el aceite de oliva.
Usa una cuchara de madera para no alterar la calidad del ungüento.
Reduce el fuego, déjalo un par de minutos y retíralo.
Espera que repose a temperatura ambiente y, antes de que se solidifique, envásalo en un frasco con tapa.
Guárdalo en buenas condiciones hasta por 4 meses.
Modo de aplicación
Enjuaga la zona afectada por la herida, sécala con cuidado, y aplícale una pequeña cantidad de ungüento.
Repite su uso todos los días hasta que cicatrice.
¿Sufriste un corte o herida leve?
Anímate a preparar cualquiera de los ungüentos recomendados y úsalos para proteger tu piel.