LOS ÁNGELES.- El gobernador de California, Jerry Brown, declaró hoy el estado de emergencia para controlar un brote de hepatitis A, que ha ocasionado hasta el momento la muerte de al menos 18 personas y el contagio de otras 580.
La medida tiene como objetivo aumentar el suministro de vacunas para inmunizar a la población, la “herramienta más efectiva” para prevenir la propagación del virus, según dijo hoy en conferencia Karen Smith, directora de Salud Pública Estatal del Departamento de Salud Pública de California (CDPH).
El brote en cuestión comenzó en noviembre del año pasado en el área de San Diego (EE.UU.), en el sur del estado, en donde se ha registrado el mayor número de casos desde entonces, en concreto 490 infecciones, de las cuales 342 debieron ser hospitalizadas y 18 perecieron por el contagio del virus.
La hepatitis A es una enfermedad altamente contagiosa, especialmente entre las personas desamparadas y que viven en la calle o abusan de drogas, para quienes las autoridades locales han implementado medidas como colocar baños portátiles y limpiar las áreas en donde pernoctan.
El condado de Los Ángeles, con una de las mayores de poblaciones de personas sin hogar en la nación, declaró oficialmente el pasado 19 de septiembre que el brote había llegado a la región cuando se identificaron dos casos no relacionados con el brote de San Diego.
El condado Santa Cruz, al norte de California, contabiliza más de 70 casos, 67 de los cuales eran personas desamparadas.
En lo que va del año, las autoridades sanitarias de California han repartido unas 80.000 dosis de vacunas. La declaración de emergencia permite al Departamento de Salud Publica de California la compra de vacunas adicionales directamente a los fabricantes.
“El pedido de hoy ayudará a asegurar que las comunidades puedan seguir entregando las vacunas donde más se necesitan”, insistió Smith.
El último brote que experimenté Estados Unidos de hepatitis A fue en 2003 en la ciudad de Monaco, Pensilvania, donde más de 900 personas terminaron contagiadas después que un restaurante usara cebolla contaminada.