El colesterol es una sustancia similar a la grasa e indispensable para la vida. Se encuentra en las membranas celulares de nuestros organismos, desde el sistema nervioso al hígado y al corazón.
El cuerpo necesita colesterol para fabricar hormonas, ácidos biliares, vitamina D, y otras sustancias, pero el aumento del colesterol en la sangre y su depósito en las arterias puede ser peligroso y producir ateroesclerosis (estrechamiento o endurecimiento de las arterias por depósito de colesterol en sus paredes).
El aumento en las cifras de colesterol en sangre y su depósito en las arterias origina la enfermedad ateroesclerótica cardiovascular que es la principal causa de mortalidad.
La enfermedad ateroesclerótica incluye la enfermedad coronaria (angina e infarto de miocardio), cerebrovascular (infarto cerebral o ictus) y la enfermedad arterial periférica (claudicación o dolor en las piernas). El colesterol elevado es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, junto con el tabaco, la hipertensión arterial y la diabetes mellitus.
Adquirir hábitos de vida saludables que incluyan ejercicio físico regular, dieta mediterránea con ingesta calórica adecuada y evitar el tabaco.
Esta es la receta para prevenir las enfermedades cardiovasculares, “que avanzan de manera silenciosa, sin dar apenas señales de alarma”, nos explica el Dr. Julio Sánchez Álvarez, jefe de Medicina Interna del Complejo Hospitalario de Navarra y profesor de la UPNA.
El experto explicó las diferencias entre lo que conocemos como colesterol “bueno” y colesterol “malo”, destacando que en los últimos años se ha realizado un esfuerzo importante en investigar fármacos que eleven los niveles de colesterol unido a las lipoproteínas HDL (colesterol bueno).
“De hecho, se han descubierto algunos que consiguen elevaciones importantes, aunque desgraciadamente no se ha observado ningún beneficio.
La mejor recomendación para elevar este colesterol es realizar ejercicio de forma regular y abandonar el tabaco. Aunque la elevación que se consigue es modesta, el beneficio global es muy importante”.
Suprimir las grasas trans
Especialmente importante es, según el Dr. Julio Sánchez, actuar sobre los hábitos alimenticios y el sedentarismo porque “somos el segundo país europeo en obesidad infantil”.
El especialista recomienda suprimir de la dieta las grasas trans (que se encuentran en alimentos como margarinas vegetales, patatas fritas industriales o palomitas), ya que oxidan las partículas de colesterol y aceleran la formación de placas de ateroma.
“Sería mejor erradicarlas, pero es muy difícil luchar contra la industria alimentaria. Lo recomendable es que no superen el 1% del total de las grasas totales que tomamos”.
En América, se obliga a especificar el porcentaje de grasas trans en el etiquetado de los alimentos, mientras que en España incluyen el porcentaje de grasas saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas, pero no se dice nada de las grasas trans.
Fuente: yahoo