Mi amiga usa esta mascarilla de aspirina, tiene 60 años y parece de 35. ¿Te animás a probarla?

Lucir un rostro joven es el anhelo de toda mujer pero bien sabemos que esto simplemente queda reservado al ámbito de los deseos porque no siempre podemos concretar el objetivo de tener un rostro que se vea libre de imperfecciones.

El paso del tiempo, los agentes contaminadores del aire, los radicales libres generados por la mala alimentación y la falta de cuidado son los principales motivos por los cuales el cutis se va deteriorando y cuando nos queremos acordar ya los daños son mucho más difíciles de reparar.

Todas estas cosas aunadas hacen que sea necesario realizar un tratamiento de exfoliación para que nuestros poros respiren y la piel vuelva a lucir joven y radiante.

El exceso de grasa en la piel favorece la aparición de granitos y espinillas que son los que tapan los poros y favorecen las infecciones.

Existen muchas cremas y tratamientos en el mercado para combatir el deterioro de la piel pero conocemos el costo de estos productos y a menudo la falta de eficacia. Nada mejor que lo natural que al mismo tiempo es siempre lo más económico, para devolverle a la piel resplandor y por sobre todas las cosas la buena salud.

Te vamos a recomendar una mascarilla casera a base de dos simples ingredientes que seguramente tengas en tu casa: aspirinas y miel.

Esta mascarilla tiene un doble efecto porque en primer lugar actúa como un exfoliante y luego como un hidratante y regenerador de la piel.

Sólo debes unir estos dos elementos y aplicar una pequeña dosis en algún lugar de tu brazo para comprobar que no produzca ninguna reacción alérgica. En caso de que después de una hora de aplicada la prueba no presentes ninguna alteración en la piel puedes realizar el tratamiento en el rostro.

- 1 cucharadita de miel.

- Agua, cantidad necesaria.

Prepara la mascarilla de la siguiente manera:

Muele las aspirinas hasta hacerlas polvo y mézclalas con agua suficiente como para preparar una pasta. Agrega la miel y vuelve a mezclar hasta que todo esté bien incorporado.

Luego de realizar la prueba en el brazo aplique la mascarilla en tu rostro limpio y libre de restos de maquillaje. Cuida de que la preparación no toque los ojos y realiza movimientos circulares a medida que vas distribuyendo la preparación sobre la piel.

Deja actuar unos 10 minutos aproximadamente y luego retira la mascarilla lavando con agua tibia. Realiza este tratamiento dos o tres veces a la semana y notarás en 15 días los cambios en la piel.

Deja descansar unas semanas y repite el tratamiento de ser necesario.

¡Los cambios serán notorios e increíbles!

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