«Deberías tratarlo mejor porque se te va a escapar». «Nena, no dejes que se te vuele la paloma». «Hija, siento que estás siendo un poco demandante con él, no deberías pedirle tantas cosas cuando llega a tu casa». «No seas tan celosa, se va a cansar de ti».
Son todos fragmentos de conversaciones que tuve con mi familia mientras estaba en pareja con mi exnovio. Desde mis abuelas hasta mis padres me repitieron hasta el cansancio lo que debía hacer para que no me dejara.
Básicamente debía ser sumisa, obediente y para nada celosa. Es algo bastante retrógrado para una familia del siglo XXI que se jacta de ser open mind, ¿cierto?
De todas maneras, sé que hacen su esfuerzo por entender «esto» de la igualdad, pero sus costumbres suelen traicionarlos y caen en este cliché de que la mujer es quien atiende a su hombre y de que, si no lo hace, lo pierde.
Afortunadamente, hice caso omiso a todos los consejos familiares para retener a «mi hombre» y, aunque eso me ha costado una dolorosa separación, entiendo que fue lo mejor. Y la ciencia me respalda.
¿La igualdad mejora la pareja?
Un estudio realizado por la Universidad Anglia Ruskin determinó que parejas que viven juntas y que tienen ingresos igualitarios, además de una división de las tareas del hogar más ecuánime, tienen un riesgo menor de divorciarse respecto a las otras parejas. Sucede lo mismo en las relaciones en las que el hombre asume mayor responsabilidad en las tareas domésticas.
En cuanto al sexo, los estudios revelaron que las mujeres se vuelven más activas cuando se sienten libres de experimentar con su pareja. Esto hace que este tipo de relaciones sean más saludables en el plano físico y sentimental; además de ser más duraderas.
Por otra parte, el estudio reveló que cada vez son más los hombres que se sienten insatisfechos e incluso sobrecargados cuando sus relaciones tienden a seguir el modelo tradicional machista.
Hay más de un beneficio
La lucha por ser iguales no solo es para mejorar la vida en comunidad, como seres independientes, sino que también favorece nuestra vida personal.
Ser iguales a los ojos de la sociedad es un sueño que nos llevará un poco más de tiempo, pero ser iguales a los ojos de nuestra pareja es algo que podemos comenzar a construir ahora y que mejorará la calidad y apertura del vínculo amoroso.
¿Tú qué crees?
