Dile adiós a la artritis, ciática y dolor de espalda con este sencillo truco. Más efectivo que las píldoras.

El aceite de ricino se obtiene de la planta Ricinus Communis y muchas veces se traduce de manera errada como aceite de castor. Esta planta contiene casi un 50% de este aceite que tuvo desde la época de los faraones un uso medicinal, actuando principalmente como purgante.

Lo que le da al aceite de ricino sus poderes medicinales es el ácido graso ricinoleico que actúa en diferentes aspectos de la salud y tratando distintas enfermedades.

Entre los usos más comunes del aceite de ricino tenemos:

- Antibacteriano.

- Analgésico.

- Estimulante del crecimiento del cabello.

- Hidratante de la piel.

 
Si bien el aceite de ricino es beneficioso para la salud, es necesario tener en cuenta que su uso debe estar controlado, ya que una inadecuada utilización puede provocar efectos adversos.

Durante mucho tiempo se lo utilizó para tratar diferentes enfermedades, para el cuidado de la piel y para fortalecer el cabello; pero no sólo son esos sus usos, ya que la industria textil, la producción de caucho y la fabricación de pinturas y barnices también aprovecharon sus propiedades.

También el los problemas gastrointestinales pueden tratarse con aceite de ricino y asimismo, puede reforzar su sistema inmunológico.

Las personas afectadas por artritis, artrosis o ciática pueden utilizar aceite de ricino para tratar estas dolencias, ya que posee propiedades analgésicas que ayudan a aliviar los dolores crónicos.

En cuanto al cuidado de la piel, el aceite de ricino cumple funciones específicas en la cura del acné, las cicatrices, heridas, verrugas, quistes sebáceos e incluso es efectivo para aliviar las picaduras de insectos.

En relación a sus poderes como analgésico, puede frotar sobre las zonas doloridas, aceite de ricino. Notará cambios y aliviará los dolores articulares.

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