Por fortuna, existen alimentos ricos en nutrientes que contribuyen a contrarrestar el daño ocasionado por la nicotina. Así, ayudan a sanar tus pulmones y previenen enfermedades respiratorias.
¿Tienes el hábito de fumar? ¿Lo has dejado recientemente? En cualquiera de los dos casos debes saber que aportar ciertas vitaminas ayudará a sanar tus pulmones después de fumar.
Muchas personas pasan esto por alto. Solemos pensar que con dejar de fumar basta para que todo esté perfecto otra vez.
Sin embargo, no deberías olvidar que el hábito de fumar está ocasionado por la adicción que genera la nicotina.
Este componente provoca severos daños a las células y los sistemas del organismo que no siempre se reestructuran por sí solas ni de forma rápida.
Por fortuna, existen alimentos ricos en nutrientes que contribuyen a contrarrestar el daño ocasionado por la nicotina. Así, ayudan a sanar tus pulmones y previenen enfermedades respiratorias.
En esta ocasión te hablaremos de las vitaminas que son clave para sanar tus pulmones después de fumar.
El hábito de fumar reduce hasta un 25% la cantidad de vitamina C en el organismo, por lo que es necesario aumentar la dosis de este importante componente.
La deficiencia de vitamina C te hará propenso a padecer infecciones porque el sistema inmunitario se debilita.
Otros problemas derivados de la deficiencia de esta vitamina son:
Aparición temprana de arrugas.
Insomnio.
Problemas en las encías como dolor, inflamación y sangrado leve.
La lista de alimentos donde puedes encontrar este nutriente incluye:
Kiwi
Limón
Mandarina
Pomelo
Piña
Si aún tienes este hábito debes consumir tres veces más vitamina C para sanar tus pulmones después de fumar.
En caso de que estés intentando dejarlo, debes saber que la vitamina C te ayudará a reducir el ansia de nicotina.
La deficiencia de vitamina A o beta-caroteno puede producir alteraciones en el sistema inmunitario. Así, puede aumentar la incidencia de enfermedades infecciosas en el sistema respiratorio.
Puedes encontrar este nutriente en:
Ciruela
Calabaza
Mango
Durazno
Toronja rosada
Lechuga, acelgas
Sandía
Tomate
Zanahorias
Brócoli
La vitamina E ayuda a reducir el riesgo de tumores pulmonares relacionados al consumo de tabaco.
También se le conoce como tocoferol y es una vitamina liposoluble que funciona como antioxidante, al tiempo que ayuda a proteger los ácidos grasos esenciales.
Para obtener los beneficios y sanar tus pulmones después de fumar procura incluir vitamina E de forma natural a través del consumo de:
Yema de huevo
Cacahuete
Coco
Cereales, arroz, soja
Brócoli
Lechuga
Coles de Bruselas
Pan integral
Además de ayudar a restaurar la salud de tus pulmones al dejar el tabaco, la vitamina E ayuda en el tratamiento de:
Alzhéimer
Síndrome premenstrual
Infertilidad masculina
La vitamina B9 o ácido fólico contribuye a la formación de células sanguíneas por lo que influye en la prevención de la anemia y ayuda a mantener la piel saludable.
Además de sanar tus pulmones después de fumar, la vitamina B9 es necesaria para el correcto funcionamiento del sistema nervioso central. Esto se debe a que esta vitamina actúa en la síntesis de transmisores.
Si lo anterior te parece poco, debes saber que esta vitamina sirve para ayudar a los fumadores activos a dejar este vicio. Para obtener vitamina B9 puedes consumir:
Aguacate
Cebolla
Ajo
Soja
Nueces
Fresas
Pasas
Limón
Zanahoria
Calabaza
Otras formas de prevenir la incidencia de enfermedad pulmonar por tabaquismo
Evita el consumo de comida chatarra, como frituras o alimentos que contengan edulcorantes artificiales.
Los productos con los que debes tender especial cuidado son los refrescos, debido a que alteran el sistema nervioso y el funcionamiento de los intestinos, por lo que acentúan los efectos dañinos del cigarro.
Al momento de planear tus menús incluye alimentos ricos en triptófano. Este es el aminoácido encargado de producir serotonina.
Esta es útil en aquellas personas que están dejando de fumar pues los niveles altos de serotonina disminuyen la ansiedad.
El daño ocasionado por la nicotina acelera la pérdida de masa ósea que se produce por la edad.
Así, el consumo de calcio de forma adicional en tu dieta contrarresta este efecto y ayuda a mantener los huesos sanos para evitar roturas y otros daños.
El ejercicio ayuda a mejorar el sistema cardiopulmonar. Al realizar una rutina diaria de actividad física contribuyes a ejercitar tu corazón.
Esto mejora la circulación sanguínea y ayuda a prevenir la formación de trombos en el interior de las arterias que, a largo plazo, ocasionan infartos de miocardio.
El ejercicio también disminuye la incidencia de hipertensión arterial y mejora el nivel pulmonar por lo que te ayudará a mantener un ritmo respiratorio estable (de 14 a 22 respiraciones por minuto).
Es importante recordar que el tabaco es uno de los factores de riesgo más importantes en el desarrollo de enfermedades graves.
Es recomendable que, si deseas dejar de fumar, te abstengas de utilizar altas dosis de suplementos de betacaroteno a largo plazo.
Fuente: Mejor con salud