Para comenzar, enjuagamos un poco la olla con agua hirviendo y la dejamos remojando con toda la parte “quemada” cubierta en agua bien caliente, hasta dejar entibiar.
Luego, se debe lavar la olla con más agua caliente, detergente y una esponja suave, para eliminar todos los restos de comidas adheridas.
Con lo anterior hemos preparado la olla para la limpieza.
Prepare a continuación una mezcla de agua caliente y detergente (puede ser el de lavar los platos) y caliente a fuego lento y cuando hierva la mezcla, retire del fuego y déjela bajar un poco la temperatura hasta que pueda meter la mano con la esponja y frotar suavemente las quemaduras.
Cuando los restos de comida no están demasiado adheridos, podemos hervir en la misma olla una mezcla de agua y sal.
Al hervir, la mezcla de agua y sal van a funcionar de forma astringente gracias al movimiento para despegar algunos residuos quemados.
Si se trata de muchos restos quemados, podemos mezclar lavandina (lejía, cloro) con agua, y también hacerla hervir unos minutos, teniendo cuidado de no respirar el vapor que se desprende.
Luego, volvemos a lavar delicadamente la olla, para evitar rasparla y empeorarlo todo. Nota importante: Si la olla es de teflón, jamás hay que rasparla, terminaríamos por arruinarla definitivamente.
¿Sartenes quemadas? Para limpiar una sartén quemada, nos podemos ayudar de un producto que tenemos en el supermercado y es muy efectivo para la limpieza de los hornos (por ejemplo KH7 ó Easy Off), rociamos el producto que usualmente viene en aerosol en el interior de la olla quemada y lo dejarlos actuar por aproximadamente 45 minutos.
Luego lavamos la sartén o cacerola como siempre y listo.