Para una pareja que está buscando tener una familia, no hay nada más agradable que convertirse en padres. Esto es una bendición para ellos, una razón más para estar juntos y hacer crecer a la criatura.
Luego de su nacimiento, nada será más importante para la pareja, que el bienestar del bebé. Pero como el trabajo de criar un niño es demasiado grande, muchos familiares se ofrecen a ayudar.
Ese es el caso de esta madre y su hijo, que contaban con el apoyo de Pamela, su hermana y tía de Sebastián. Ella había perdido su hijo hacía un tiempo, por lo que estaba muy adolorida. Sin embargo, su sobrino se convirtió en su esperanza, y lo quiere muchísimo. Por eso, siempre sacaba tiempo para estar con él y disfrutar de su compañía.
Las redes sociales de Pamela estaban llenas de fotos con su sobrino, lo que demuestra lo mucho que lo quiere. Cierto día, ella salió con el niño a jugar al parque, y la estaban pasando muy bien. El niño corría, jugaba con la arena, los columpios; Sebastián estaba muy feliz. Sin embargo, llegó la hora de regresar a casa, así que se montaron el carro.
El niño empieza a llorar descontroladamente
De regreso a casa, el niño empezó a llorar mucho, y pamela pensó que era porque quería quedarse en el parque. Pero los gritos eran cada vez más desesperantes e intensos con cada minuto, así que empezó a sospechar. De pronto, Sebastián deja de llorar y permanece en silencio, por lo que Pamela se detiene a la orilla del camino.
Cuando lo mira, nota que Sebastián está morado, y no puede respirar. Asustada, toma su teléfono para llamar a emergencia, pero los nervios no la dejaron. Entonces varias personas la vieron y le ofrecieron su ayuda. Incluso, unos oficiales que había cerca se turnaron para darle respiración boca a boca al niño. Gracias a eso, el niño pudo permanecer con vida hasta que pudo respirar por si solo nuevamente.
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Minutos después, llegaron los paramédicos en una ambulancia y se encargaron del niño. Al llegar al hospital, el niño ya estaba estable, y le suministraron algunos medicamentos. Lo que nadie se explicaba era por qué Sebastián no podía respirar. Luego de examinarlo con más detenimiento, encontraron la razón.
Un error que casi le cuesta la vida
Sucede que, desde hace varios días, el niño tenía gripe, y su madre pensaba que era algo sencillo. Sin embargo, los días pasaron y la gripe no se iba. Como al niño no le habían enseñado a sonarse la nariz, la mucosidad fue acumulándose. Entonces llegó un momento en el que había tanta flema en sus vías respiratorias que dejó de respirar.
Esto es algo que puede sucederle a cualquier persona, tanto adultos como a niños. Sucede que muchos salimos a algún lugar y no tenemos una toalla o papel a mano. Por eso, aspiramos la flema en nuestras narices para que no salga. Esto hace que el moco se acumule en las vías respiratorias y nos impida reparar. Eso fue exactamente lo que le ocurrió a Sebastián, y lo que nos puede ocurrir a nosotros.
Pamela, Sebastián y la madre del niño corrieron con suerte y pudieron salir de esta situación. Sin embargo, no todos corren con la misma suerte, y terminan muriendo. Aunque parezca difícil de creer, esta es una de las principales causas de muerte provocadas por la gripe.
De modo que, recuerda sonarte la nariz la próxima vez que tengas gripe, cuantas veces sea necesario. De esa forma no te expones al peligro de acumular flema en tus vías respiratorias y no puedas respirar. Si tienes hijos, enséñales a sonarse la nariz, para que estos tampoco corran peligro.
Recuerda que estos consejos pueden ayudar a muchas personas en todo el mundo. Por eso, compártelo en tus redes sociales con todos tus contactos.
