Pedro J. Torres: Sociedad de Endocrinología de EE.UU. publica nuevas directrices sobre obesidad infantil

Las investigaciones que procuran hallar métodos y terapias eficaces para prevenir y tratar la obesidad infantil no se detienen, los estudios avanzan y diariamente se amplían más las experiencias en este campo de modo que cada progreso modifica, a veces radicalmente, los parámetros establecidos previamente; en este contexto, recientemente se han formulado una serie de nuevas directrices para la práctica clínica dirigida a la evaluación, tratamiento y prevención de la obesidad en niños y adolescentes, las cuales actualizan las recomendaciones publicadas varios años atrás.

Este importante avance informativo es compartido por la Fundación Torres-Picón, que trabaja en prevención de la obesidad infantil por medio de labores de concienciación.

En este documento, Dennis Styne, de la Universidad de California, señaló: “La obesidad pediátrica continúa siendo un problema de salud internacional persistente y serio que afecta a 17% de los pacientes en edad pediátrica (niños y adolescentes) en Estados Unidos, poniendo en riesgo la salud y la longevidad durante la edad adulta”.

Las nuevas directrices fueron elaboradas conjuntamente por la European Society of Endocrinology y la Pediatric Endocrine Society y dadas a conocer en versión electrónica por una comisión designada por la Sociedad de Endocrinología de Estados Unidos, a través del Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism.

“Desde la publicación de las directrices originales, hace ocho años, se han añadido 1.778 citas bibliográficas a PubMed en relación con la obesidad pediátrica, y hemos incorporado los datos más relevantes de éstas para actualizar y mejorar el texto original”, agregó Styne.

Las nuevas directrices incluyen la redefinición y actualización de conceptos como el de “sobrepeso”, “obesidad” y “obesidad extrema”, reformulados en base a la relación del Índice de Masa Corporal (IMC) con el percentil del grupo etario del niño o adolescente, parámetros que varían según su edad, género y grupo étnico.

Igualmente, en las directrices los miembros de la comisión incluyen recomendaciones detalladas y actualizadas sobre los distintos aspectos a considerar al realizar la evaluación de cada caso, historia clínica y antecedentes familiares, la pertinencia o no de realizar determinadas pruebas de laboratorio y los posibles trastornos derivados de la obesidad.

Del mismo modo que las anteriores, estas nuevas directrices también hacen hincapié en la importancia de la prevención contra la obesidad, señalando que “es difícil lograr resultados perdurables efectivos con la modificación del estilo de vida, una vez que se presenta la obesidad”. Indican que es responsabilidad de los profesionales de la salud la prescripción y el estímulo de hábitos de alimentación saludables, la práctica cotidiana de actividades físicas y patrones de sueño adecuados.

Por otra parte, a diferencia de las directrices anteriores, en éstas no se recomienda la lactancia materna como medida preventiva contra la obesidad infantil, ya que las evidencias científicas que la respaldan han sido consideradas insuficientes.

También advierten acerca del uso de medicamentos con fines adelgazantes, ya que según los expertos, “los compuestos farmacológicos dirigidos al control de la obesidad, con excepción de uno, no están aprobados para el uso en esta población hasta los dieciséis años de edad”. No obstante, expresan que si, a su juicio, las mejoras en el estilo de vida no son suficientes, el médico puede apelar al tratamiento con medicamentos, siempre que tenga experiencia en su utilización.

Finalmente, dado que ya se cuenta con suficiente conocimiento experimental sobre los efectos de la cirugía bariátrica en adolescentes, tanto positivos como negativos, los miembros de la comisión ofrecen detalles sobre las diversas variantes de este tratamiento quirúrgico, reiterando, sin embargo, que este tipo de procedimiento sólo debe practicarse en pacientes adolescentes maduros, con graves patologías derivadas de la obesidad.

La Fundación Torres-Picón (FTP) promueve la prevención temprana de la obesidad, que evita a tiempo la multiplicación del problema y los altos costos económicos y en calidad de vida que finalmente se pagan. Para el fundador de la ONG, es indispensable persistir en la formación de conciencia respecto a la enfermedad y sus secuelas. Pedro J. Torres, quien actualmente se desempeña como presidente y vocero de la FTP, insistió en que la prevención, el control y disminución de ésta enfermedad, extrema en muchos casos, produciría a su vez descenso de muertes en todo el mundo.

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