Si eres adicto al porno, así funciona tu cerebro

Ver demasiada pornografía modifica el tamaño del cerebro. Tanto el tener relaciones sexuales como el visionarlas libera una sustancia llamada dopamina, pero la diferencia entre mantener encuentros sexuales reales e imaginarios debido al porno radica en que estos últimos producen una explosión de dopamina.

Al sentir esta descarga, el organismo crea una necesidad de ellas, promoviendo la repetición de esta conducta, lo que se deriva en la incapacidad por parte del individuo de gobernar su propio comportamiento.

“Los cerebros responden al cambio químico. Cuando se libera la dopamina y hay una sensación de placer, el cerebro primitivo envía el mensaje a repetir el comportamiento de la sensación deseada”, explica Joe Schrank, especialista en adicciones.

Fuente: sdpnoticias 

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