Normalmente, los miomas aparecen con mayor frecuencia en la edad fértil de las mujeres y su tamaño puede variar.
Cuando son pequeños, la salud de la mujer no corre ningún riesgo, pero, si su tamaño aumenta bastante, puede volverse un peligro.
Los miomas uterinos le afectan a 1 de cada 5 mujeres durante su tiempo de fertilidad. Por otro lado, no es frecuente que se presenten en mujeres menores de 20 años, y en las mujeres afroamericanas es más común padecerlos.
Entre las motivos más usuales encontramos los genes y un desnivel en las hormonas del cuerpo. Pueden crecer en: la pared muscular del útero, bajo la superficie del revestimiento uterino, bajo la cubierta externa del útero, en un tallo en la parte externa del útero o dentro de la cavidad del útero.
Las mujeres pueden no presentar síntomas, pero, normalmente sufren esta sintomatología:
Sangrado irregular entre periodos.
Sangrado menstrual con gran cantidad, formando coágulos de sangre.
Periodos menstruales con mayor duración que ciclos normales.
Ganas de orinar muy seguido.
Cólicos pélvicos o dolor intenso durante los periodos.
Sensación de presión en la parte baja del abdomen.
Dolor durante la relación sexual.
Consumir alimentos ricos en vitaminas B y E equilibra los niveles de estrógeno y progesterona. Entre otros, los vegetales verdes, legumbres y granos integrales son fuente de estas vitaminas.
La zanahoria, la sábila y la remolacha también tienen nutrientes que eliminan los quistes ováricos.
– 1 pedacito de remolacha cruda y fresca
– 1 cucharadita de miel de abeja
– 1 diente de ajo fresco
– Medio vaso de jugo de zanahoria recién exprimido
PREPARACION:
Pasa por el extractor la remolacha y el ajo y mezcla con el jugo de zanahoria recién hecho. Agrega la miel de abeja y bebe diariamente este jugo, descansando una vez a la semana.