La obesidad, cuya principal causa es el consumo habitual de alimentos con altos contenidos de grasas y azúcares pero bajos en nutrientes, es a su vez factor de riesgo para patologías que revisten cierta gravedad, como la hipertensión y la diabetes tipo II; estas dolencias, tanto individualmente como combinadas, provocan importantes trastornos de la vista, como cataratas, visión borrosa, deformación del cristalino entre otras serias complicaciones, pudiendo llegar incluso a causar ceguera, según aseguran los expertos.
Tales datos son compartidos por la Fundación Torres-Picón, orientada a la prevención informativa del sobrepeso y la obesidad infantil.
La afectación y degradación de la salud visual, en este caso se debe a la carencia de nutrientes de calidad en la dieta, como la luteína y la zeaxantina, las cuales se encuentran presentes en alimentos como las frutas, las verduras y la yema de huevo, y actúan como protectores de la retina.
Asimismo, la diabetes y la hipertensión pueden causar el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan los tejidos del ojo, provocando pequeñas hemorragias que podrían llegar a lesionar la retina, la cual disminuiría o incluso perdería su función de registrar la imagen, generándose diferentes grados de visión borrosa o, en casos más graves, la ceguera.
Del mismo modo, la obesidad produce arteriosclerosis, una alteración vascular caracterizada por el endurecimiento, el aumento del grosor y la pérdida de elasticidad de las paredes de las arterias.
Tales observaciones vienen siendo expuestas por especialistas o expertos en variadas publicaciones científicas, en diferentes idiomas, alrededor del mundo, acota Pedro J. Torres.
Muchas de estas observaciones coinciden en que, las alteraciones visuales causadas por la obesidad son de especial cuidado en el caso de los niños ya que, siendo la infancia la etapa del crecimiento y desarrollo, el exceso de peso puede provocar distorsiones en los tejidos en formación; en este sentido, los especialistas alertan sobre las alteraciones que pueden sufrir estructuras tan delicadas como el cristalino y la córnea a causa de un peso excesivo de los párpados, producto de la acumulación de grasa facial.
Los problemas visuales del niño, bien sea los causados por la obesidad o los de cualquier otra índole, tienden siempre a generar dificultades en el desempeño escolar que, por lo general, los padres confunden con falta de atención en clase y suelen reprenderlo; esto, a la larga puede degenerar en problemas socioemocionales, ya que el pequeño no se da cuenta de su falta de agudeza visual y hace lo mejor que puede, sin éxito.
También los medios de comunicación y las agencias internacionales de noticias vienen abordando el tema de la relación entre obesidad y problemas visuales, oportuna y responsablemente.
Es importante practicarle al niño exámenes de la vista durante el primer año de vida, debido a que a esta edad temprana ya es posible detectar tumores y malformaciones oculares que pueden llegar a agravarse si no reciben atención a tiempo; posteriormente, debe ser sometido a revisiones por parte de un especialista, para control y prevención, se desprende de artículo publicado por sipse.com
En cuanto al adulto, es necesario hacer una revisión anual de la vista, especialmente si se presenta sobrepeso o si se sufre de diabetes o hipertensión.
En todos los casos, es imprescindible adoptar hábitos saludables de alimentación, incluir suficiente actividad en la vida diaria y mantener un riguroso control médico, especialmente si se tiene predisposición a padecer de estas patologías.
Pedro J. Torres, al frente de la Fundación Torres-Picón, enfocada en prevención de la obesidad y el sobrepeso infantil, así como en la promoción de la educación, las artes y la cultura como medios idóneos para la superación personal de los jóvenes y el desarrollo social, indicó que hay que tomar en cuenta y hacer caso tanto a las opiniones como a las recomendaciones de los profesionales de la salud y por supuesto a los múltiples llamados hechos por la OMS-ONU; a más joven se tiene sobrepeso o se es obeso, peor es el efecto en el bienestar de las personas y en pérdida de años respecto a la expectativa de vida.
“Debemos profundizar y ampliar aún más la lucha internacional por prevenir y controlar la obesidad”.
