Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad en todo el mundo. No en vano, solo en 2012 fueron responsables de hasta 17,5 millones de fallecimientos en todo el mundo. O lo que es lo mismo, del 31% del total de decesos acaecidos ese año.
De ahí la importancia de adoptar hábitos de vida saludables para disminuir su riesgo de desarrollo, caso principalmente de no fumar, de seguir una alimentación adecuada y de realizar ejercicio físico. Y es que como rezaba en su momento un anuncio publicitario, ‘quien mueve las piernas, mueve el corazón’.
De hecho, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca en Odense (Dinamarca) muestra que las personas que montan en bicicleta de forma regular tienen un riesgo mucho menor de desarrollar una enfermedad cardiovascular y, por tanto, de morir a consecuencia de un infarto.
Como explica Anders Grøntved, co-autor de esta investigación publicada en la revista «Circulation», «encontrar tiempo para practicar ejercicio puede suponer un reto para mucha gente, por lo que los médicos que nos dedicamos a la prevención de las enfermedades cardiovasculares debemos promover el uso de la bicicleta como modo de transporte».
Por ocio o por trabajo
El estudio tuvo por objetivo analizar el beneficio de montar en bicicleta sobre la salud cardiovascular. Y para ello, los autores analizaron los factores de riesgo cardiovascular –entre otros, la presión sanguínea, el peso, los niveles de colesterol, la dieta, el tabaquismo y el consumo de alcohol– y los ‘hábitos ciclistas’ de cerca de 45.000 adultos daneses con edades comprendidas entre los 50 y los 65 años.
Durante los 20 años de seguimiento del estudio –de 1993 a 2013– se registraron un total de 2.892 infartos de miocardio.
Los resultados mostraron que los participantes que montaban en bicicleta durante su tiempo de ocio o que iban pedaleando a trabajar tenían un riesgo hasta un 11-18% menor de padecer un infarto.
De hecho, el estudio confirmó que montar en bicicleta tan solo media hora a la semana es suficiente para reducir nuestro riesgo cardiovascular.
En consecuencia, ¿subirnos a una bicicleta evitará que suframos un infarto? Pues no, pero reducirá, y mucho, el riesgo de que lo acabemos sufriendo.
Como indican los autores, «nuestros resultados no prueban que montar en bicicleta por placer o para ir al trabajo pueda prevenir los infartos de miocardio.
Sin embargo, el menor número de episodios cardiovasculares observados en los participantes que montaban en bicicleta de forma regular es un indicador muy consistente de que esta actividad puede potenciar nuestra salud cardiovascular».
Más allá del corazón
No cabe ninguna duda de que el ejercicio físico es beneficioso para la salud. Y montar en bicicleta podría ser una de las actividades físicas más saludables.
No en vano, un estudio publicado recientemente por investigadores de la misma universidad ya demostró que el uso de la bicicleta ayuda a disminuir el riesgo de desarrollo de la diabetes tipo 2.
Y según estiman los autores del nuevo trabajo, si todos los participantes hubieran montado regularmente en bicicleta se habría evitado hasta un 7% de los 2.892 infartos registrados.
Como concluye Kim Blond, directora de la investigación, «dado que montar en bicicleta, ya sea por ocio o como herramienta para ir al trabajo, es una forma fácil de realizar una actividad física como parte de una rutina, las autoridades sanitarias, los gobiernos y los empleadores deberían considerara iniciativas que promovieran el uso de la bicicleta como una vía para reforzar los esfuerzos dirigidos a la prevención a largo plazo de las enfermedades cardiovasculares».