Hardison tenía la cara desfigurada desde 2001, cuando el techo de una casa en llamas se derrumbó sobre él. En agosto de 2015 se sometió a un complejo trasplante de cara.
Los médicos le aseguraron entonces que las posibilidades de éxito eran solo de un 50%.
"YA NO HAY MIRADAS EXTRAÑAS"
"Mi familia y yo fuimos a Disney World en junio y pude nadar en la piscina con ellos. Es algo que no había hecho desde hace 15 años", dijo en una rueda de prensa con motivo del aniversario de la operación.
Hardison puede volver a parpadear y su visión ha mejorado tanto que puede volver a conducir. Y también duerme mejor. "Ya no hay miradas extrañas. Soy casi un tipo normal con sus actividades normales", aseguró.
Más de 100 médicos, enfermeras y auxiliares participaron en la operación, que duró 26 horas y se desarrolló en un hospital de Nueva York, el NYU Langone Medical Center.
La BBC llegó a asegurar entonces que era el trasplante de cara más complejo de la historia.
El donante fue el ex campeón de BMX David Rodebaugh, quien murió tras un accidente de tráfico y su madre aceptó donar sus órganos.
"SUPERÓ LAS EXPECTATIVAS"
Tras la compleja operación, Patrick Hardison se ha sometido en los últimos meses a cirugías menores para ajustar los párpados y los labios y para retirarle los tubos que le dieron de comer y le permitieron respirar al principio.
El doctor Eduardo Rodríguez, que dirigió la operación, admitió que estaba sorprendo por la buena recuperación del paciente, del que dijo que "superó todas las expectativas".