Hay gente que no puede arrancar la jornada sin una duchita rápida para despabilarse, y otros que necesitan “sacarse el día de encima” cuando llegan del trabajo.
En nuestra cultura la ducha forma parte de la vida cotidiana. Oler a crema de enjuague y bañarse todos los días es, para muchos, sinónimo de buena higiene. Pero no siempre fue así, y tampoco en todo el mundo.
La realidad es que ducharse implica un gran derroche de agua y es un lujo que no cualquiera puede permitirse.
1. TE DUCHAS DEMASIADO
La piel no es una prenda de ropa que puede lavarse y perfumarse cuantas veces quieras, es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y el primer mecanismo que tenemos para defendernos del mundo exterior, por eso es que hay que cuidarlo.
“Si estamos continuamente rasurando, lavando o haciendo correr agua por ella estamos quitando nuestras defensas”, dice la doctora María Sainz, jefa del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Así que bajá un cambio con la exigencia de limpieza extrema y empezá a bañarte menos.
2. USAS AGUA DEMASIADO CALIENTE
Sobre todo cuando hace frío, subís el calefón al máximo y te das un golpe de calor. A pesar del placer momentáneo que pueda darte la ducha caliente, no es una buena idea: “No te bañes con agua demasiado caliente porque podrían desintegrarse algunas moléculas del manto ácido y esto propiciaría una excesiva resequedad”, advierte la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV)-
3.ERES FANÁTICO DEL JABÓN Y LOS GELES DE DUCHA
Bañarse todos los días no sería tan malo si no fuera por la cantidad de químicos que ponemos sobre el cuerpo. El mercado está repleto de jabones, cremas y exfoliantes que prometen dejarte más perfumado y limpio que nunca.
Pero esta costumbre no es buena para la piel, “especialmente si tenemos una piel sensible y vemos que nuestro cuerpo no lo tolera”, explica el doctor Ramón Grimalt, especialista en dermatología y miembro de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
“Para la mayor parte de la población se recomienda usar jabón sólo por la zona de mayor sudoración y que en el resto del cuerpo que corra el agua y listo”, dice la doctora Sainz.
Utilizá productos naturales y trata de disminuir las cantidades, al usa mucho jabón se destruye el pH de la piel ocasionando alergias, dermatitis y disminuyendo la capacidad de defensa del cuerpo.
4-TE LAVAS MAL EL PELO
Regla de abuela: Si quieres tener el pelo lindo y sano, no te lo laves todos los días. Para cuidar el cuero cabelludo lo mejor es usar un champú con ph 5.5, lociones hidratantes y utilizar un cepillo de cerdas suaves para peinarte.
Evita acumular el champú en la cabeza, deslízalo en sentido vertical, y después enjuágate bien, que no queden restos de acondicionador.
Un tip: Nunca te pongas perfume en el pelo. Está comprobado que el alto contenido de alcohol acelera la aparición de calvicie, además de resecarte el cuero cabelludo.
Fuente: Rumbos Digital