Conoce el "slow sex", el mejor camino hacia el buen sexo

En las cosas más importantes de la vida, vale más el recorrido que el objetivo concreto. Si eres un buen amante, seguro sabes que en el sexo el camino para alcanzar el orgasmo es fundamental para potenciar el placer. Caricias, besos, mimos y un clima relajado ayudan a que tus relaciones sexuales sean más intensas.

Hoy en día vivimos a mil por hora, el reloj nos corre y casi no hay tiempo para un encuentro sexual distendido. Las parejas, sobre todo cuando tienen hijos y responsabilidades domésticas en común, se acostumbran al famoso â??rapiditoâ?. En vez de adaptar la intimidad a las necesidades del cuerpo, adaptamos nuestro deseo al hueco de tiempo de libre que encontramos.

Pero lo cierto es que no somos máquinas, nuestro organismo no entiende de urgencias y horarios apretados. Para entrar en sintonía con el otro, necesitamos de cierta disposición de tiempo y espacio, que las energías fluyan. La satisfacción inmediata, el sexo como una meta a cumplir de manera rápida y eficiente donde el único objetivo es el orgasmo, nos quita la posibilidad de disfrutar, aumentando la exigencia y la ansiedad.

En este contexto de hiperactividad, hace unos años nació, como respuesta a la velocidad el desenfreno, un movimiento que apunta a la lentitud como forma de vida. Se llama Slow y busca que aprendamos a vivir más relajados, sin apuro, disfrutando del aquí y ahora. Según los especialistas, el Slow Sex es una manera de potenciar el placer, de disfrutar con cada parte del cuerpo, prestando atención a todos los sentidos, registrando los cambios y las sensaciones más sutiles. Para eso, es necesario dedicarle tiempo, detenerse en cada acción, en casa beso y cada caricia, y desterrar la falsa creencia de que sexo es sinónimo de genitalidad.

Una de las claves es extender el tiempo: los argentinos, al igual que los europeos, le dedicamos al encuentro sexual un promedio de 15 minutos. En cambio, los brasileños, famosos por su energía sexual, le dedican 27,2 minutos. Los sexólogos aseguran que la relación erótica va mucho más allá de la penetración y comienza con una fantasía. El Slow Sex plantea liberarse de las presiones sociales, de la exigencia absurda de que más es sinónimo de mejor y que sin orgasmo no hay disfrute.

Para potenciar el placer, este movimiento invita a ubicar al sexo como una prioridad en la vida: no lo dejes para último momento, no esperes a que te sobren 15 minutos, busca el espacio, genera el deseo. Motiva los encuentros por medio de fantasías, los pensamientos y deseos pueden gestarse durante todo el día, no hace falta llegar a la cama para poner la mente en acción.

Tampoco es necesario que el deseo sexual aparezca en un primer momento, tu cuerpo no es un robot, dedícale el tiempo que necesita, busca estímulos nuevos, entrégate a las sensaciones sin pensar en el paso del tiempo ni en lo que tienes que hacer después. Para el disfrute no se necesitan juguetes sexuales, prendas eróticas ni posiciones extravagantes, simplemente tienes que entregarte y tener buena predisposición: como dice el refrán â??relájate y gozaâ?.

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