La revista â??The New Atlantisâ?? ha publicado un estudio que afirma que â??no hay evidencias científicasâ? que comprueben que la identidad sexual de los seres humanos puedan determinarse por un factor biológico, un punto de vista que es base en la ideología del movimiento LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transgénero).
El documento preparado por Lawrence S. Mayer, epidemiólogo, especializado en bioestadística y residente de Psiquiatría en la Escuela de Medicina Johns Hopkins (Baltimore, Maryland, Estados Unidos); y el psiquiatra Paul R. McHugh, investigador y antiguo director de Psiquiatría del mismo centro educativo; afirma que la posición sobre la teoría que resume la frase â??los gays nacen, no se hacenâ?, podría estar equivocada porque carece de datos que la respalden científicamente. Sin embargo, tampoco establece que la identidad sexual se trate de una opción.
De esta forma, los investigadores llegan a la conclusión que la diferencia en la estructura cerebral entre homosexuales y heterosexuales que han estudiado no es congénita, sino que podría ser la consecuencia de diversos factores psicológicos o ambientales.
Ambos especialistas precisan que, estadísticamente, las personas LGBT padecen más problemas de salud mental que las personas heterosexuales â??â?En Estados Unidos la tasa de intentos de suicidio entre personas transgénero llega al 41%, comparada con un 5% de la población en conjunto.â?â?? y que es un factor explicable debido al estrés y discriminación social que viven, aunque indican que, por sí mismos, son aspectos que no concretan la situación y se requiere hacer más investigaciones al respecto.
Para terminar, los autores del estudio sugieren la â??prudenciaâ? al momento de recurrir a drásticos procedimientos médicos para efectuar cirugías de cambio de sexo, en especial en menores de edad, ya que â??sobre el valor terapéutico de esas intervenciones no hay suficiente evidencia científicaâ?.
Mayer y McHugh se han centrado en esta temática para hacer un llamado de atención referente a los problemas mentales a los que la comunidad LGBT se enfrenta.
Fuente: Grandes Medios