El botulismo y su tratamiento (VIDEO)

El botulismo, una patología causada por una bacteria que se ingiere a través de alimentos contaminados, afecta al sistema nervioso y puede ser mortal, por lo que la prevención y un diagnóstico precoz son claves.

Qué es el botulismo
El botulismo se contrae principalmente a través de la ingesta de esporas que contaminan alimentos en conserva que han sido mal envasados.


El botulismo es una enfermedad en la que nuestro organismo se altera por una toxina producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum, un microorganismo que se encuentra en cualquier lugar del mundo, en forma de espora en la tierra, el suelo, el agua no tratada, etcétera.

La principal vía de contagio del botulismo es a través de la ingesta de esporas que contaminan alimentos en conserva que han sido mal envasados, por eso muchas veces se trata a esta enfermedad como si fuese una verdadera intoxicación alimentaria.

Cuando la espora encuentra las condiciones óptimas para reproducirse comienza a sintetizar la toxina botulínica, que podemos ingerir, y que pasa posteriormente a la sangre, por donde llega al sistema nervioso.

Cuando alcanza las neuronas las inutiliza, afectando especialmente a las neuronas activadoras que se encargan de la contracción de los músculos, y dando lugar a flacidez progresiva y debilidad. Sucede lo mismo en el sistema nervioso vegetativo parasimpático, por lo que aparecen náuseas, vómitos, sequedad de boca, y otros síntomas que ayudan al diagnóstico precoz del botulismo.

Epidemiología del botuslimo

Se tiene conocimiento del botulismo desde la antigüedad, cuando se atribuía a una venganza de los dioses hacia una familia (ya que la intoxicación alimentaria ocurría en brotes en las familias). No fue hasta 1820 cuando se describió como una enfermedad concreta, gracias a Justinus Kerner.

Más tarde se relacionó con un germen y se identificó la toxina. Durante el siglo XX se identificaron hasta una decena de subtipos de toxina y se desarrollaron antídotos eficaces.

El botulismo puede contraerse en cualquier lugar del mundo; sin embargo, su frecuencia varía mucho según el nivel de higiene de cada región.

En los países menos desarrollados hay zonas donde los casos de botulismo se disparan hasta 15 por cada 100.000 habitantes al año, especialmente en regiones de Rusia, Europa del Este, Latinoamérica y la India.

Las campañas de higienización de los alimentos son esenciales para evitarlo. En los países más desarrollados la mayoría de los casos se dan en recién nacidos y bebés.

Una persona que contraiga el botulismo está en peligro de muerte, aunque esta enfermedad tiene una mortalidad muy baja en los países con un buen sistema sanitario, en los que solo mueren los pacientes en los que se retrasa el diagnóstico.

En los países en vías de desarrollo, se alcanza cifras muy altas de mortalidad, y casi la mitad de los afectados acaban falleciendo.

La enfermedad es todavía más grave cuando se infectan los recién nacidos; en este caso la mortalidad es del 5% en los países desarrolladas, mientras que en los países más pobres puede suponer una muerte segura.

     

Tratamiento del botulismo

Tratamiento del botulismo

El tratamiento precoz en el botulismo aumenta mucho las posibilidades de superar la enfermedad, por eso el diagnóstico temprano es tan importante. El tratamiento del botulismo consiste en cinco vías de actuación:

Impedir la absorción de la toxina: existen casos aislados en los que se sabe que una persona acaba de tomar un alimento contaminado por la toxina botulínica.

Esto suele ocurrir cuando se dan brotes epidémicos en una familia o una comunidad y se ha identificado el alimento tóxico. Cuando esto ocurre, se puede inducir el vómito a la persona afectada, y también administrarle laxantes, para así limpiar su tubo digestivo y que la toxina no se absorba.

â??â??â??â??â??â??â??Neutralizar la toxina existente: la toxina que ya haya pasado a la sangre debe inutilizarse mediante la inyección de inmunoglobulina antitoxina. Son unos anticuerpos que se unen a la toxina y la inactivan. Es el único tratamiento específico para el botulismo.

Controlar los síntomas: para impedir la debilidad muscular se pueden utilizar fármacos que faciliten la acción de la acetilcolina, como los que se utilizan en la miastenia gravis. Otros síntomas como la sequedad de boca o de ojos, los vómitos o el dolor abdominal, se pueden tratar sintomáticamente con hidratación, antieméticos y analgésicos.

Ingreso en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos): cualquier persona intoxicada por botulismo está en peligro de muerte. Es posible que la debilidad alcance los músculos respiratorios y suceda una parada cardiorrespiratoria. Por eso es necesario un control exhaustivo del paciente en la UCI llegado el caso, donde los médicos podrán actuar con la tecnología necesaria en pocos segundos.

Rehabilitación: una vez superada la enfermedad es normal que la debilidad muscular persista un tiempo, e incluso haya dejado secuelas en el movimiento y en el control de la mirada.

Para recuperar las condiciones físicas previas se debe realizar un plan de rehabilitación intensiva que incluya ejercicios musculares.

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