Campylobacter
La infección por Campylobacter es una de las principales causas de diarrea en el mundo, aunque también puede producir otras enfermedades.
Para prevenirla hay que mantener unas prácticas básicas de higiene.
Las bacterias del género Campylobacter se encuentran en los intestinos de muchos animales y pueden causar varios tipos de infecciones.
Afecta a varios millones de personas cada año, predominando en bebés menores de un año, adolescentes, adultos jóvenes y, en general, en aquellas personas que viven en condiciones sanitarias deficientes, ya que la malnutrición es un factor importante en la frecuencia y gravedad de esta infección.
Campylobacter es un género bacteriano que puede causar varios tipos de infecciones. Las más frecuentes son infecciones fetales en algunos animales, como vacas u ovejas, e infecciones intestinales que producen diarrea en el hombre.
Existen muchas especies de Campylobacter, pero la mayoría de ellas no van a afectar al ser humano. Dentro de las que sí producen enfermedades en el hombre destacan Campylobacter jejuni, Campylobacter coli y Campylobacter fetus.
Hasta comienzos de la década de los setenta no se conocía otra patología que la que afectaba a los animales, pero posteriormente se vio que Campylobacter, sobre todo la especie Campylobacter jejuni, era una de las causas más frecuente de diarrea en los seres humanos en todo el mundo.
Las bacterias del género Campylobacter se encuentran en los intestinos de muchos animales –que las van a eliminar a través de las heces– destinados al consumo como aves de corral, cerdos, vacas u ovejas y en animales de compañía como perros y gatos.
La mayoría de las infecciones en humanos se adquieren mediante la ingesta de agua o alimentos contaminados. También puede haber transmisión entre humanos (transmisión persona a persona) cuando alguien entra en contacto con los restos fecales procedentes de una persona infectada.
Las bacterias del género Campylobacter son bacilos gramnegativos curvos, aunque también pueden presentar forma de cocos o de cocobacilos (los cocos tienen una forma redondeada, mientras que los cocobacilos son algo más alargados, considerándose un estado intermedio entre los cocos y los bacilos).
Son microaerófilos, es decir, requieren niveles de oxígeno muy bajos para sobrevivir, y no tienen capacidad para fermentar la glucosa. Rara vez son móviles