Es normal reaccionar de forma negativa ante algo que no es de nuestro agrado o que no parece inapropiado, pero si te enojas con facilidad, tal vez podrías tener el síndrome de Trastorno Explosivo Intermitente (TEI).
Este tipo de padecimiento se caracteriza por estallar con facilidad, es decir, registras episodios de furia aunque la causa haya sido algo sin importancia. Un ejemplo de esto es cuando manejas, hay mucho tráfico y te desesperas; o cuando te enojas y sueles gritar, decir groserías y aventar cosas.
Tu cerebro, el culpable
Si se te hacen conocidos esos panoramas, no te sientas mal. Tu cerebro puede ser el culpable, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Chicago.
Existen cerebros que están predispuestos a la ira. Quienes padecen TEI tienen una alteración en el área del cerebro que conecta al lóbulo frontal (que se relaciona con emociones y toma de decisiones) y el lóbulo parietal (procesa información sensorial)”, destacan los investigadores.
Incluso, este tipo de pacientes también pueden padecer trastorno limítrofe de la personalidad, es decir, sus estados de ánimo son muy inestables, debido a que tienen malas conexiones cerebrales.
Controla el enojo
Si te enojas por facilidad y te desespera comportarte así, controla este estado de ánimo a través de respiraciones profundas, con la práctica del yoga o meditación.
Además, no pierdes nada con visitar a un especialista como un psicólogo y neurólogo para que te brinden un tratamiento que te ayude a manejar el enojo y mejorar tu calidad de vida. ¡Inténtalo!
Fuente: Salud180