Los efectos del alcohol y el tabaco durante el embarazo

  • por } miércoles 17 agosto 2016

Alcohol y tabaco son dos sustancias a las que estamos constantemente expuestos en la vida social. Mientras se ha conseguido restringir bastante el consumo del tabaco con las nuevas leyes que regulan su uso en espacios cerrados, el consumo de alcohol sigue siendo un gran problema tanto de salud individual como social.

Gran parte de los accidentes de tránsito y de los actos de violencia por peleas, tanto domésticas como en las calles, se dan bajo su influencia. Pero si estas dos sustancias son nocivas para la gente común, lo son mucho más para la mujer embarazada, ya que pueden poner en riesgo la salud del bebé y el buen transcurso del embarazo.

¿Cuánto alcohol puedo tomar durante el embarazo? La indicación médica se ha ido reduciendo con el pasar del tiempo y a medida que se ganaba experiencia y conocimiento. Hoy en día lo que se recomienda es que no se debe tomar alcohol mientras dure la gestación. Esto porque el riesgo es mucho mayor mientras más tome la paciente (en intensidad y frecuencia). Además ha habido casos en que se han generado problemas con dosis moderadas. Son pocos los descritos, pero suficientes para que se haya cambiado la antigua recomendación de consumo ocasional con la nueva de prohibir del todo el consumo.

¿Por qué el alcohol es un problema? Cuando la gestante lo consume, este va rápidamente a la sangre; y si la mujer está embarazada, atraviesa la placenta y le llega al bebé, con la diferencia de que el hígado del adulto puede metabolizar el alcohol mientras que el hígado del feto, que aún está en formación, no consigue hacerlo.

¿Daño en el feto? El alcohol puede llevar a una serie de problemas de crecimiento, mentales o de comportamiento en el bebé, así como anomalías faciales (rostro anormal). También puede haber retraso en las áreas de lenguaje, pensamiento, movimiento y habilidades sociales, llevando a tener un bebé con dificultades tanto de aprendizaje como de relación.

Síndrome SAF. Usualmente los problemas más serios se dan en relación a pacientes alcohólicas, es decir, las que consumen mucho y de forma frecuente. En estos casos se puede llegar al llamado SAF (síndrome de alcoholismo fetal), donde los recién nacidos pueden presentar una serie importante de problemas, como son todos los mencionados anteriormente además de bajo peso al nacer, retraso mental, epilepsia, ojos pequeños, mejillas aplanadas, cabeza pequeña, enfermedades cardiacas, etc.

Alcohol y embarazo no son compatibles. Si bien el riesgo es bajo con el consumo ocasional, esto aumenta de forma proporcional a la ingesta. Lo mejor es evitar el alcohol durante el embarazo. ¡Su bebé se lo va a agradecer!

¿Qué causa el humo del tabaco? Contiene más de 4 mil sustancias diferentes, de las cuales al menos 40 son cancerígenas. Todos saben que el cigarro tiene nicotina (principal generador de adicción) y alquitrán (que es el que pone amarillos los dientes y daña terriblemente los pulmones), pero hay muchísimas otras sustancias nocivas a las que se exponen los fumadores. Por ejemplo, cadmio, que es un metal pesado considerado como una de las sustancias más tóxicas que hay y que es casi imposible de ser metabolizada a lo largo de la vida, el arsénico (que se usa en los raticidas), el cianuro (conocido veneno), el monóxido de carbono (lo que botan los escapes de los autos) y un sinfín de otras sustancias extremadamente peligrosas.

¿Qué pasa con el bebé cuando la mujer fuma? El bebé queda inmediatamente expuesto a estas sustancias. La nicotina hace que los vasos sanguíneos se estrechen, por lo que le llega menos sangre (en consecuencia menos oxígeno y nutrientes al bebé). El monóxido de carbono también reduce la cantidad de oxígeno que puede usar el bebé. Esto hace que usualmente los niños que nacen de fumadoras, sean niños de tamaño y peso menor al normal. También son más frecuentes los partos prematuros, la muerte súbita del lactante y los problemas de asma en estos niños.

Recomendaciones. No solo es importante no fumar, también hay que recordar que estar en un ambiente donde el resto está fumando es perjudicial para la gestante. Es lo que se llama “fumador pasivo” y debe ser evitado. Si en casa los familiares fuman, deben dejar de hacerlo por lo menos en los ambientes donde estén con la embarazada. Ella debe estar y/o trabajar en ambientes absolutamente libres de humo. Y si usted fuma, debe dejar de hacerlo durante la gestación, y mejor si no vuelve a hacerlo nunca más. ¡Recuerde que ahora tiene un hijo al que cuidar!

Te podría interesar

Deja tu comentario