La lactancia materna reduce el riesgo de mortalidad infantil

La Organización Mundial de la Salud (OMS),  dijo que los niños deben recibir leche materna exclusiva directamente del pecho de su madre hasta los seis (6) meses y luego ser complementada con vegetales y frutas en forma de papillas, jugos y compotas.

Pero sólo el 38 % de los bebés en el mundo reciben lactancia materna exclusiva y el 39% de 20 a 23 meses se benefician de esta práctica.

El Dr. Alexander Dellán, pediatra adscrito a Sanitas Venezuela y jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal en la Clínica Santa Paula, explica que existen muy pocas y raras limitaciones para que una madre no pueda dar lactancia materna. Entre ellas, las mujeres con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), el Virus de Leucemia Humana de Células T (HTLV-1) y con Cáncer de Mama.

Asimismo, aquellas que consuman medicamentos antineoplásicos para tratamientos oncológicos, la fenindiona, la amiodarona, los derivados del ergot, los yoduros, los psicofármacos y las drogas de abuso.

De igual forma, no se debe dar leche materna a los bebés con galactosemia, mal absorción congénita de glucosa-galactosa y la deficiencia primaria de lactasa que son enfermedades metabólicas raras caracterizadas por la incapacidad de absorber y utilizar estos nutrientes.

A pesar de ser pocos los casos donde no se puede dar leche materna, muchas madres no alimentan correctamente a sus bebés durante los dos primeros años de vida lo que aumenta su riesgo de padecer enfermedades crónicas e incluso fallecer.

Para la OMS es fundamental concientizar a las madres a que amamanten a sus bebés de forma óptima desde los 0 a 23 meses debido a que se podría salvar la vida de más de 800.000 niños menores a los cinco (5) años. Por esta razón, el Dr. Dellán expone algunos de los beneficios de practicar lactancia materna:

Se fortalece el vínculo afectivo madre-hijo por el acto, dando como resultado niños más seguros, motivados e inteligentes.

Los bebes alimentados con pecho tiene menos riesgo de enfermedades infecciosas como neumonías, diarreas y meningitis.

A largo plazo se observa que los adultos amamantados de forma exclusiva hasta los seis meses tienen menos riego de enfermedades cardiometabólicas como la hipertensión arterial y la diabetes.

Reduce el riesgo padecer cáncer de mama y de ovario en las madres que dan lactancia.

Recuperación rápida del peso previo al embarazo y puerperios más cortos.
La leche materna es gratis.
No produce desechos.

Por otro lado, es importante contar con el cuidado correcto del bebé y la asesoría de especialistas para que los niños puedan continuar con una alimentación adecuada que los ayude a superar enfermedades y a mantener el beneficio de la lactancia inclusive después de haber sido dado de alta.

En la Clínica Santa Paula existe la unidad de neonatología que cuenta con un lactario y la sala de lactancia donde se realiza la extracción y almacenamiento supervisado de la leche materna con la finalidad de alimentar a los recién nacidos críticamente enfermos que no pueden recibir leche materna directamente del pecho de la madre.

Además, este espacio se utiliza para que las asesoras certificadas de lactancia materna y los médicos neonatólogos puedan aconsejar a la mamás, aclarar sus dudas y brindarle herramientas y técnicas para garantizar el apego del bebé incluso luego de su salida de la institución.

“Debemos decirle a las madres que la lactancia materna es el regalo más grande que pueden darle a sus hijos.

Mantenerla al menos por los primeros seis meses de vida, de manera exclusiva y a libre demanda, les va a ofrecer a sus niños una oportunidad única e irrepetible de desarrollarse de manera saludable en un contexto de amor y formando un vínculo que durará toda la vida.”, terminó el Dr. Alexander Dellán.

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