Un paciente con necesidad de recibir tratamiento para el cáncer que sufre pone la calidad del sistema sanitario español de nuevo en el punto de mira.
"Como padre, esposo, abuelo y hombre pido que me dejen vivir... me encuentro en una lista de espera agonizante, el verano no es para los enfermos, los fines de semana y puentes tampoco, ellos se van de vacaciones y mi enfermedad no se toma ni un día libre... ¿Es justo este mundo?"
Así se queja un enfermo de cáncer en Vigo (España) de la larga espera a la que está siendo sometido para recibir su tratamiento. Con la llegada del verano, a los problemas de escasez de personal sanitario se suman las vacaciones de muchos de ellos, y el consiguiente e intolerable perjuicio para los enfermos. La carta, que puede leerse íntegramente aquí, pone voz a la situación desesperada de muchos pacientes frente a la creciente lentitud de la sanidad pública española.
Enfermo de cáncerRT / Ivan Serbinov
Los datos autonómicos recopilados por el Gobierno en funciones mostraban el pasado mes de mayo un empeoramiento de los tiempos de espera quirúrgica y diagnóstica en el Sistema Nacional de Salud en 2015. El tiempo medio de espera quirúrgica en la sanidad pública alcanzó así los 89 días a 31 de diciembre del año pasado: una media de tres meses de espera.
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"Esta carta va dirigida a los responsables del Hospital Álvaro Cunqueiro, de la Xunta [órgano regional de gobierno] y del Gobierno, carta de un enfermo de cáncer que pese a no sentir el apoyo de la sociedad (que le sobra anuncios y le falta principios) siente que le quedan muchas hojas que escribir y muchos amaneceres que disfrutar. Solo pido más hechos y menos lacitos contra el cáncer, los enfermos no nos curamos con marketing, sino con profesionales que se mojan por nosotros y no escupen encima de su juramento hipocrático", declara este paciente.
La carta ha sido publicada por su hija, Vanesa Rojo, que también ha acaparado la atención de los medios locales con un vídeo en el que anima a los afectados a emprender acciones jurídicas y presentar reclamaciones formales, y en el que recuerda a todo el mundo que "nuestras denuncias en las redes sociales están muy bien, pero no tienen base jurídica" para conseguir verdaderos cambios y mejoras en el sistema. Vanesa sufre también una enfermedad crónica y en el vídeo hecho público hace 3 días asegura que muchas personas no denuncian la situación por miedo a posibles represalias.
"Quieren implantar un sistema como el norteamericano"
En RT hemos querido comentar esta situación y ahondar en sus causas con una persona que está muy al corriente del deterioro en la calidad de los servicios sanitarios, y muy activa en la lucha por detenerlo. Se trata de Carmen Esbrí, que forma parte de la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública (MEDSAP - Marea Blanca). Hemos empezado preguntando por la denuncia que refleja la carta con la que arranca este artículo. En su opinión, la falta de personal sanitario disponible es un problema muy grave actualmente en España. "No se están haciendo las sustituciones necesarias, y en este periodo vacacional hay una disminución significativa del personal. Y no es tolerable. Un servicio sanitario público siempre debe tener personal suficiente para hacer frente a las necesidades que surjan, y eso no está ocurriendo. Los recortes en este sentido han afectado mucho a la calidad del sistema sanitario español. Sólo en Madrid, el personal se ha disminuido en 8000 empleados: contratos no renovados, jubilaciones sin substitución... y si a eso se añaden las ausencias por vacaciones y los cierres de camas que luego no vuelven a abrirse, resulta normal que pasen cosas como ésta", dice en relación a la queja expresada en la carta.
Interior de una habitación de hospital.RT / Ivan Serbinov
"Desde el punto de vista democrático es una situación anómala - explica Esbrí-, ya que se trata de un servicio público, financiado con nuestros impuestos, y esos servicios se están aminorando y descapitalizando a marchas forzadas. Y es una aberración. Es intolerable que haya que esperar varios meses para una prueba diagnóstica, por ejemplo". Otro problema que hay que atender, en su opinión, es la precariedad laboral del sector sanitario, sometido a contrataciones eventuales, inseguridad en las renovaciones y diversas fórmulas contractuales de dudosa calidad. "Además, el personal que queda disponible se enfrenta a una carga de trabajo superior a sus posibilidades. De esta forma lo están destrozando todo".
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"La raíz del problema está clarísima -continúa Carmen Esbrí-: la ideología neoliberal que se ha infiltrado en el sistema sanitario lo mercantiliza todo. Pretenden implantar el sistema norteamericano: el que tiene dinero se lo paga todo. Y no podemos tolerarlo, porque aquí hemos logrado una sanidad universal basada en un sistema tributario y quieren desmantelarlo en favor de empresas privadas y grupos de inversión".
Carmen Esbrí está de acuerdo con Vanesa Rojo en que es necesario denunciar la situación "porque si esto sigue así, a todos nos va a llegar el momento en el que no nos van a poder atender adecuadamente". En su opinión, "la gente tiene que dirigirse al servicio de atención al paciente a presentar quejas y denuncias cuantas veces sea necesario, porque hay que forzar a que contraten al personal suficiente para que todos los casos sean atendidos en buenas condiciones".
